Como para que nadie se confunda, La Presidenta, utilizó 3 discursos (en 3días), para los mercados, los empresarios, los dirigentes sindicales y los medios, y les recordó que el 23 de octubre fue ratificada como conductora del país por el 54% de los votos.
Ayer inauguraba un angar para Aerolíneas Argentinas y se encargaba de dar toda la confianza (de manera contundente) a Mariano Recalde (presidente de la Empresa) , que por esas cosas del destino es hijo de Héctor Recalde, Diputado y asesor legal de la CGT y además creador del proyecto de distribución de utilidades, que el martes, en la clausura de la 17 Convención de la UIA, dijo claramente (y es algo que quiso decir) que es un proyecto que los trabajadores deben acordar con la patronal. Eso de la "Sintonía Fina". Y punto.
Luego, al día siguiente, por esas casualidades que no tienen explicación, mientras inauguraba una planta de producción de revistas y libros, se refirió a uno de los trabajadores con los que había charlado en la recorrida previa. Se llamaba Hugo. "Huguito...¿dondes estás? ... claro... al lado de la maquina, trabajando." lanzó CFK, y en ese "huguito" pidió colaboración a todos los "huguitos" del país.
Me pregunto, que está "viendo" CFK y su equipo, que nosotros no vemos. Es verdad que muchas veces, por temor a que nos tilden de gorilas o anti sindicalistas, nos quedamos con ganas de decirle a muchos trabajadores que vallan a laburar. ( habría docentes a los que yo los mandaría a trabajar todo el tiempo). Pero hay alguna lectura que Cristina hace, que le da margen para decirlo. Lo mismo que con los empresarios. Todo bien, todo bien... pero no me armen quilombo muchachos.
Esa garantía extendida que tiene la Presidenta, que es el 54% de los votos, pero además es todo ese previo clamor popular para que sea reelecta, el pedido de la CGT y de muchos sectores, yo creí que iba a ser utilizada luego de algunos meses de gestión. Sin embargo, a pocos días de asumir su segundo mandato en la presidencia, les recuerda a todos quien es la que recibió el apoyo, y le pone límites a los sectores que son parte del proyecto, pero que se creen un todo. Pone ahora sobre la mesa ese poder que tiene y acelera los debates, anticipa la agenta, obliga a que los jugadores salgan de abajo de los tres palos y jueguen un partido donde hay que meter y meter.
Por ahí, la profundización, también viene por ahí y hay suficiente poder acumulado para avanzar en algunas reformas, que son culturales y que de manera elíptica la sociedad reclama desde hace muchos años.
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