Siempre que yo recuerde, los servicios públicos fueron mucho más caros en el interior del país que en el área metropolitana. Hace pocos días comparábamos factura contra factura. Los servicios de un amigo que vive en Parque Chacabuco y los míos que vivo en Junín (Bs. As.), y si sacamos las tasas de seguridad y los conceptos que vienen en sendas facturas, yo pago la luz un 64% más cara que él. Así de sensillo.
Lo mismo sucede con el gas, aunque en este caso el paga un 47% menos de lo que abono yo.
Hoy sale esta nota en BAE donde el periodista Ernesto De Paola corrobora los datos que la semana pasada mirábamos con mi amigo y agrega algunos numeros más que explican (si es que hay una explicación a una injusticia como esta) los motivos de la desigualdad.
Solo voy a remarcar dos párrafos del artículo:
"La región metropolitana, bueno es recordar, reúne entre el 38 y el 43% del consumo de energía de todo el país y los clientes o conexiones que consumen más de 550 kWh por bimestre pueden estimarse en el 40% de los hogares del AMBA."
"...siempre los usuarios residenciales (de AMBA) pagarán valores inferiores a los que se abonan en los países limítrofes y, aunque no lo dijo, a los que se cobran en la mayoría de las provincias del interior."
Si a esto le sumamos algún datito más, como por ejemplo que los ingresos anuales por persona promedio en la CABA son de alrededor de $140.000 y en el interior son de $37.000, la cosa se pone un poco más injusta todavía.
Creo que con el tiempo, este tipo de diferencias se van a ir equiparando, pero mientras tanto, no vendría mal que con el ahorro de los subsidios en el AMBA se pudiera crear un fondo de financiamiento de obras, exclusivamente para el interior del país. Así, de alguna manera, la plata que durante años hemos aportado a nuestros hermanos porteños (y que seguiremos aportando) , vuelve.
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