En declaraciones radiales escuchaba al Secretario de la Cuarta Sección del Partido Socialista Juan Sequeira, hablar sobre la seguridad en la ciudad de Junín. Sequeira decía algo asi como que “Cuando se produce un hecho de inseguridad en el centro, un robo a un comercio o algo así, las instituciones intermedias tradicionales de la ciudad ponen el grito en el cielo. La Sociedad Rural, Comercio e Industria, etc. El municipio actúa con celeridad y toma cartas en el asunto. Ahora está lo de las cámaras, que me parece muy bueno y aplaudo, pero que no es una solución de fondo. Hay otros problemas de seguridad, como el tránsito, la falta de vivienda etc., pero no se tratan como tal”
Esta síntesis que Sequeira hace sobre como reacciona el poder político en Junín es excelente. El poder de fuego de instituciones intermedias como las mencionadas por Sequeira o las Sociedades de fomento más representativas son una alarma que quienes conducen el municipio no están dispuestos a dejar sonar.
Cualquier declaración en los medios locales de los que encabezan esas instituciones son como un puñal envenenado contra el gobierno local. Sin embargo, los asentamientos y viviendas precarias que la mayoría de la ciudad no ve, es fácil de manejar. La carencia total de una política a largo plazo de tránsito, con severidad en las multas pero con una concientización de los usuarios o con la inclusión de transporte público, no es tema de agenda de este gobierno.
El cumpleaños 183 de la ciudad fue un ejemplo claro para saber a que sector de la ciudad está dirigido el interés del grupo gobernante. Alrededor de 18000 personas concurrieron a los recitales que se realizaron en el centro de la ciudad y se gastó el doble de dinero que lo que el presupuesto presentado por el ejecutivo para el año 2011 destina a vivienda, en una ciudad que tiene emergencia habitacional declarada desde 1996.
La conformación social de una ciudad como Junín es un cóctel perfecto para el desarrollo del conservadurismo y el statu quo. Mucho poder de la iglesia católica (hasta un multimedio posee), cuarteles militares, falta de industrias, exterminación de los ferrocarriles y los demás medios de comunicación masivos (Democracia más la frecuencia local de TV por cable y Canal 10) en manos del radicalismo y de la derecha respectivamente.
En ese marco, está muy claro lo que haría un intendente para ser políticamente correcto. No enfrentarse con los sectores tradicionales.
Parte de un nuevo proyecto de ciudad es entrar en pugna con los sectores que mencionamos. Por caso, es muy importante el mantenimiento de los caminos rurales, pero no menos importante es la urbanización y mantenimiento de ciertos sectores de la ciudad que son un asco y una indignidad para quienes viven allí. O por citar un ejemplo en el tapete por estos días, quien podría afirmar que la seguridad de quienes transitan la arteria más comercial de Junín es más importante que la de los vecinos de Avenida República por citar otro sector de la ciudad.
Sin embargo, las cámaras que se instalaron están dispuestas a dar tranquilidad a determinados ciudadanos y los demás que se arreglen como siempre.
En la definición de Sequeira está la matriz de lo que necesita una ciudad como la nuestra, al menos en lo ideológico. Luego se puede trabajar en la implementación de políticas que sustenten ese tipo de ideología.
Pero claro está que desde el conflicto de la resolución 125, el intendente, que era Mario, se alejó de las políticas similares a la inclusión e integración para pasar a ser Meoni a secas.
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