Periodistas "independientes" y políticos de derecha vienen insistiendo con que hay que dejar de revisar el pasado. Que nos conviene ser más pragmáticos y avizorar el futuro.
Jorge Lanata, otrora tan "progre", ha dicho que está "harto" de que se hable de la dictadura, algo que pasó hace más de 30 años.
Entonces, tampoco revisemos la década menemista ni de que modo la Alianza salió eyectada del gobierno dejando 30 muertos.
Eduardo Duhalde pide junto con Cecilia Pando y la cúpula de la Iglesia, una "amnistía" para avanzar en una "reconciliación" que nos haría mas buenos, más tolerantes. Así convivirían quienes "quieren a Videla y quienes no lo quieren". Que lindo!!! Todos podríamos abrazarnos y sentir que somos más argentinos a partir de semejante gesto.
Duhalde tampoco quiere que le recordemos los asesinatos de Kosteki y Santillán.
Aparece el informe sobre Papel Prensa-La Verdad sobre el que se explayó con contundencia dialéctica la presidenta Cristina Fernández y la horda opositora, sin siquiera haberlo leído, lo defenestra diciendo que todo lo que allí se dice es mentira. Claro, se señala en ese documento la horrible connivencia de medios gráficos ("Clarín" y "La Nación") con la dictadura, algo que los opositores no pueden aceptar.
En este marco, el rejunte Ajjjj!! se niega a participar de las audiencias convocadas por la Comisión de Comercio de Diputados argumentando vicios formales, meramente reglamentarios.
En realidad, sus integrantes tienen pánico de discutir el contubernio entre esos medios con los genocidas para apropiarse de la empresa y pasar a controlar la provisión y el precio de ese insumo crítico.
El juez Daniel Rafecas ha dicho que resulta inescindible la materialización de ese despojo con la violación de los derechos humanos de los Graiver, en particular de Lidia Papaleo y de Rafael Ianover.
Sin embargo, legisladores de derecha e izquierda, entre estos el inefable Pino Solanas, convocados por los medios del grupo Clarín expresan su rechazo al informe y claman por la defensa de la "libertad de prensa" que podría ser violada si se avanza en la investigación.
De ahí ese reclamo para que el pasado quede sumido en las tinieblas. Nada de indagar lo que nos pasó. Que todo quede como está. Reeditar una especie de "punto final" a todas las atrocidades cometidas por los dictadores y sus cómplices civiles.
A esto aspiran esa manada de miserables que hoy se exhiben como defensores a ultranzas de grupos mediáticos concentrados en lugar de representantes del pueblo que los eligió.
Duhalde, Carrió, Solanas, Solá, Aguad, Alfonsín, Macri, Giustiniani, Morales y sus acólitos no trepidan en ponerse del lado de esos sectores de manera desmbozada.
Lanata, incluso, manifestó que hoy se pone del lado del "más débil" en la confrontación con el gobierno, esto es junto a "Clarín".
Son parte de la dirigencia que plantea agruparse detrás de proyectos "progresistas" pero que, mientras tanto, son funcionales a la derecha más reaccionaria en el Parlamento, propiciando iniciativas destinadas a desfinanciar al Estado o a trabar su funcionamiento.
Frente a estos canallas, la movilización popular resulta indispensable. Los movimientos sociales, los partidos políticos, la juventud, la gente de la cultura en sus distintas manifestaciones, los gremios que creen en que este gobierno representa legítimas aspiraciones populares deben estar atentos a estos embates que se expresan sin pudor alguno.
Las conquistas obtenidas deben ser defendidas por el pueblo organizado.
Desde ahora hay que garantizar el triunfo en 2011 para evitar retrocesos indeseables.
Lo que les molesta es el pueblo en la calle, militando, expresándose con total libertad, manifestando sus preferencias sin reservas, con absoluto convencimiento de que vamos por el buen camino. Lo que falte hacer debe ser producto de una construcción colectiva.
(*) Periodista, Conductor de "La Punta del Ovillo" en FM AMCIPA y Columnista de "La Voz de los Barrios", integrante de APENOBA y Carta Abierta Junín.
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