14/12/09

Estamos en el horno

Por Marcos Jaureguizar
La realidad es que si continuamos este camino van a desaparecer muchas de las cosas que la naturaleza nos brinda y por supuesto nuestras vidas van a cambiar.
Las modificaciones que en el clima del planeta Tierra han llevado miles de años ocurren ahora de manera escandalosamente rápidas.
La tendencia desde lo particular, es decir de cada uno de nosotros, es pensar que son los estados, los grupos de países, G3, G8, G20, y siguen, los que deben discutir y acordar acciones para atemperar el desastre.
Esto, en parte, es verdad, sin embargo la realidad indica otra cosa, somos nosotros quienes desde nuestros pequeños lugares debemos comenzar con los cambios.
Hace treinta años en los inviernos de Junín, provincia de Buenos Aires, el agua escarchada de los cordones de la vereda recién se transformaba en agua nuevamente cerca del mediodía.
Hoy mis hijos no conocen el agua congelada de los cordones porque no la han visto ni a las siete de la mañana cuando los llevo a la escuela.
Treinta años es un soplo en la historia climatológica.
Se podría plantear como argumento que el mundo ha sufrido, a lo largo de su historia, cambios climáticos que han hecho desaparecer especies enteras de la faz del planeta, que la violencia de terremotos, maremotos, etc. han aniquilado civilizaciones, hundidos pueblos enteros y emerger continentes.
Todo esto es válido y es real, sin embargo estos cambios los produjo la naturaleza sin fines de lucro.

Sin embargo, los cambios a los cuales estamos sometidos ahora tienen una causa casi única que es la destrucción de ecosistemas con el único afán de lucrar y como ejemplo basta pensar en las veinte millones de hectáreas de soja sembradas en Argentina millones de ellas a expensas de bosques, selvas y otros biomas que convierten la tierra en un desierto y con ello la aniquilación de la fauna, el desequilibrio entre especies, la muerte de miles de habitantes originarios por efecto directo de dichas acciones o por tener que migrar a lugares que no pueden contenerlos.
Las minas a cielo abierto, es decir, la dinamitación de montañas enteras para la búsqueda de oro y otros metales es de un impacto tal que se necesitan cientos de años para que desaparezca el cianuro que se derrama para poner en evidencia el oro entre los millones de toneladas de roca convertida en cascotes.
Por otra parte está el agua, miles de litros que se usan para lavar la piedra, que se sacan de las napas y que dejan sin el vital elemento a pueblos enteros, esta agua lleva el cianuro a las mismas napas o a los pocos arroyos que quedan con agua, contaminando irreversiblemente.

Los gobiernos, municipales, provinciales y por supuesto el gobierno nacional, hacen la vista gorda, en el mejor de los casos, para que esto siga ocurriendo porque genera mucha plata en concepto de comódities y retenciones planteando un doble discurso asqueroso ya que por un lado demonizan la mesa de enlace y por otro favorecen la desertificación de la Argentina no poniendo límites a la deforestación porque la soja genera mucha plata para el fisco.

La presidenta va ha hablar en la cumbre sobre el calentamiento global, en Copenhague, con una actitud crítica hacia los países que más calentamiento generan y a pedir soluciones concretas para que esto deje de ocurrir y sin embargo vetó la llamada Ley de Glaciares, que fue aprobada por las Cámaras de Diputados y Senadores y que hubiese protegido estas moles de hielo, reservas mundiales de agua dulce, para que la Barrik Gold Corporatión, empresa minera con sede en Toronto, Canadá, pueda destruir montañas para buscar oro y envenenar la tierra.
La cumbre de Copenhague es una estafa, una mentira para los ciudadanos del mundo que esperamos en serio que las cosas se modifiquen.
Y nosotros?
Seguimos desforestando Junín, o mirando para otro lado cuando un vecino lo hace.
Permitimos la desaparición del vivero municipal creo uno de los más importantes en la región respecto de la producción de árboles.
Poco importa la indiferencia ya que la realidad en uno u otro momento nos toca y nos afecta.
Los problemas no son lejanos ni en tiempo ni en espacio, son actuales, nuestros, no los van a sufrir nuestros nietos, ya ni nuestros hijos, los vamos a sufrir nosotros.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Marcos: Me parece que hay que re pensar algunas cosas respecto de lo que se considera contaminación y afectación del clima y abrir la posibilidad de entender que se necesita explotar recursos (con sistemas distintos seguro) y compatibilizar tratamientos de recuperación, equilibrando necesidad dee producción, generación de empléo y fortalecimiento de economías regionales. Es muy profundo el tema y llevaría tiempo analizarlo. Creo que a mediano plazo (por lo menos entre 10 y 15 años) lo de la explotación a cielo abierto de las minas de oro se va a solucionar. Para eso hay que generar empléos genuinos (más de 5000 directos y 9000 indirectos) en las regiones donde otros gobiernos permitieron la instalación de estos predadores. Con la soja pasa lo mismo con el agravante de los laboratorios y los dueños de la tierra. Ahí la voracidad es doble y la generación de puestos de trabajo es clave. No va a ser facil. Siento que tu reclamo es genuino y real, pero tu declamación es algo inocente en términos políticos. Es similar a los planteos que realizan las asociaciones de ecologistas. Plantéos necesarios, pero sin aporte general a la solución. A los gobiernos progresistas de latinoamérica hay que ayudarlos un poco más y dar tres o cuatro vueltas de tuerca a los temas para poder ir hacia soluciones que aporten algo concreto. Si nos quedamos en la denuncia sólo ayudamos a la derecha (que fue la que propició la soja y las minas de oro entre otrsa tantas calamidades) a que tenga más argumetos para atacar a quienes son progresistas de verdad. Mirá Pino Solanas. Que aporte hace a las soluciones de fondo? Ninguna, y no lo podrá hacer en los próximos cuatro años mucho menos. Te imaginas a De Narvaéz aprobando un dictamen de mayoría para parar la explotación a cielo abierto, o a Solá para impedir el uso de glifosato? NJo claro. Bueno, la mayoría en esas comisiones la tiene esa gente. Pino colaboró para que eso fuera asi. En lugar de apoyar al gobierno y luego correrlo por izquierda, apoyaron a la derecha y obligan al gobierno a aliarse con todo el aparato para no perder poder.
No hay que caer en eso. De todas formas entiendo tu preocupación. No te conozco, pero Gustavo publica cosas de tipos que son de buena leche.
Un abrazo
Gerardo de Villa Crespo

Anónimo dijo...

JA JA ROMAN TE ANIMAS A PUBLICAR ALGO EN CONTRA DE LA PRESIDENTA

Anónimo dijo...

Gerardo: me parece imteresante tu planteo,pero quiero recordarte algunas cosas; en primer lugar la razón de que cada vez se haga mas soja es la poca rentabilidad de otros cultivos, como el maíz y el trigo, por ejemplo y tan necesarios para nosotros (los argentinos) que lo que puede llegar a ser la soja, que salvo dos o tres vegetarianos que la comen como milanesas, tiene un consumo minimo. Si esos otros cultivos son poco rentables, es en gran parte por culpa de las políticas de este gobierno progesista. Estamos de acuerdo en que hay que desalentar la producción de soja, pero tambien hay que fomentar otras producciones, es decir, hacerlas rentables, porque, seamos realistas, nadie (ni de izquierda, ni de derecha, ni progre, ni comunista ni facho) va a dedicarse a producciones no rentables, ni vos ni yo, y si miramos los numeros frios, lo mas rentable es la soja, sino me crees tengo muchainformación para pasarte. Por eso criticar a quien hace soja y tildarlo de derechista capitalista asi sin mas, me parece de una liviandad tremenda sino se analiza a fondo el asunto. En cuanto al tema de las minas y la ley de proteccion de glaciares, no creo que esta hecho con una visión a futuro, lamentablemente no me queda otra que pensar que detras de todo esto hay un negociado, pero es una simple apreciación mia y casi estoy convencido que el tiempo me dara la razón (lamentablemente). Como vos decis la discusión es muy amplia, pero hay que darla, y hay que escuchar y entender a todos los actores, hay que llegar a consensos tras el debate que dejen a todos conformes, no creo que sea imposible, pero si la SRA pide descabezar un gobierno provincial, desde elgobierno atacan diciendo que los otros son fachos y golpistas, y tambien piden renuncias a diestro y siniestro, no vamos por el buen camino. Te recuerdo, la soja (20 millones de has) de esta campaña tiene un solo culpable, el gobierno nacional progresista y popular, atras de el viene una larga lista de predadores como los llamaste, pero te puedo asegurar que desde la casa rosada se les esta cayendo la baba de solo pensar la plata que va a entrar en conceptos de retenciones. Saludos.
Julian Matas

Anónimo dijo...

Julian: Me parece que no entendiste la nota que escribió el compañero. Otra cosa. Este gobierno no es el responsable, solo, de malas políticas agropecuarias. Otra cosa. La plata que se recauda en retenciones no es para el gobierno. Es para el estado. El estado somos todos. Una cosa es criticar la forma productiva y el impacto ambiental que tienen algunas explotaciones intensivas como la soja y otra es estar o no de acuerdo con las retenciones. Yo también te puedo hablar un rato largo sobre la soja y sus rentabilidades. Apostar a trigo, girasol o maíz no es un mal negocio. Las retenciones debieran serr más altas y así se desalentaría la predación que están haciendo los señores sojeros.
No hay que confundirse ni confundir a nadie. A mi me parece que el compañero plantéa un tema de ambientalismo y no por eso está en contra de las retenciones.
Juan José

Anónimo dijo...

este gobierno es nacional, popular y perionista.