15/3/12

La Cámpora y el "pánico moral"

El Ingles Stanley Cohen, profesor de Sociología, especialista en criminología, en 1972 creó un concepto que sería utilizado en miles de ensayos, libros y fundamentaciones sobre la influencia de los medios de comunicación en la vida de las personas. Inventó el concepto de "pánico moral". El libro es Folk Devils and Moral Panics, algo así como Los Diablos populares y el pánico moral. Cohen, analiza la estigmatización de los medios sobre una tendencia social de los años 60. El autor describe como ese “pánico moral”, dirigido desde los medios, exacerba aspectos negativos de actores sociales determinados e inhibe un debate racional, achatando a la simple demonización sin indagar lo que podría ser un desafío a las normas sociales existentes, algo innovador, una grieta en el statu quo por donde filtrar un cambio o simplemente una moda.
Si Cohen observara hoy como, los medios de comunicación con posición dominante en nuestro país, tratan a “La Cámpora” tendría miles de ejemplos de "pánico moral" para mostrar a sus discípulos.

Nuestra sociedad es muy permeable a ciertas ideas. Escuché decir varias veces, de forma despectiva, como un insulto, que La Presidenta es “una montonera” y casi nunca, fuera de mi grupo de afinidad, que Patti, por caso, es represor o genocida con lo que significa el término redondamente, sin acudir a formas peyorativas.

Hoy, “La Cámpora”, emerge como una agrupación política más, que disputará poder real dentro y fuera del Peronismo. Como ya en esos adentros y afueras quedó claro que no es una simple moda, se inserta “pánico moral” para que germine con éxito en gran parte de la sociedad atrapada en los muros mediáticos. Esa encendida batalla contra un grupo de jóvenes que intenta organizarse, genuinamente, para anotarse en la sucesión de un proyecto político, encuentra multiplicadores, no sólo políticos, que pujan por lo mismo.

Es natural que los tradicionales sectores de derecha se opongan al avance de una organización que levanta banderas opuestas a los grupos que han concentrado riqueza históricamente, las grandes corporaciones y los sectores agroexportadores. Obviamente no quieren perder sus privilegios, y por cualquier medio intentan repeler lo que sienten sería una reparación de derechos a las víctimas que fue dejando, precisamente, esa concentración. Lo que es difícil de entender es la oposición, igual o mucho peor, de otros espacios dentro del colectivo que acompaña al proyecto político y con mayor dureza dentro del PJ. Porque para la tribuna, con lágrimas en los ojos y envueltos en una profunda emoción, todos están a favor del “modelo”, pero en la penumbra de acotadas reuniones, es más importante la propia “orga” que el colectivo.

Un “peronista de toda la vida”, así se etiquetó, me decía que “para el peronista, peronista, los de La Cámpora son montoneros” y que hasta algunos “andan armados”. Una especie de construcción imaginaria al mejor estilo Carrió. O por ahí, un relato funcional a muchos dirigentes que siguen apoltronados al aire acondicionado de la oficina de su carguito, en lugar de aceptar con naturalidad una renovada militancia, bajo otras circunstancias históricas y en un mundo muy distinto al de los 70.
un cambio de manos
en el poder
Más allá de la defensa pública, hace días, de La Presidenta, "La Cámpora" nace impulsada por el propio Néstor Kirchner como los “Jóvenes K”, y la idea de acercarlos a la política, tiene objetivo de renovación dirigencial, lo que trae un cambio de manos en el poder. Claro, no de manera hereditaria o tradicional, o digamos, mucho menos hereditaria que como se ha hecho hasta ahora.

La forma de construcción política de "La Cámpora" es distinta a la de otros espacios. Si es mejor o no el tiempo lo responderá. Por ahora y gracias a la aprobación, nada menos que de Cristina, están ocupando cargos y gestionando para luego mostrar los resultados. De eso dependerá su crecimiento y expansión. Muchos “peronistas, peronistas” (como dice ese “peronista de toda la vida”), abrazados a la foto del General y de Evita han tirado a la basura la justicia social y se han enriquecido de manera escandalosa. Nada se perderá, pues, en que otra gente, con renovada fuerza, intente menos abrazo a las fotos y un poco más de práctica de la doctrina. Por otra parte, nobleza obliga, no todos los sexagenarios son mafiosos, como no todos los jóvenes son hermanitas descalzas.

Pero volvamos al “pánico moral”. Hace pocos días la periodista Laura Di Marco, autora del libro que lleva el nombre de la agrupación, peregrinaba por programas de televisión publicitando su libro con, un mail que se filtro y tres o cuatro argumentos débiles, entre los que se encontraba su insistente afirmación de que en "La Cámpora" practican el “secretismo”, como si el “secretismo” fuera una sexta que asesina niños indefensos. Cualquiera que ha militado en alguna agrupación política sabe que hay estrategias que se mantienen en secreto o que no suelen trascender de la llamada mesa chica. De allí a presentar esta característica como un símbolo de oscurantismo o plan siniestro hay una distancia infinita.
                           cierta liturgia
                     adolescente                                                                                   les facilita el trabajito
También es necesario decir que no es difícil para los medios de comunicación con posición dominante imponer ese “pánico moral” sobre "La Cámpora", incluso, cierta liturgia adolescente les facilita el trabajito. Pero mucho más fácil es subirse a esa tribuna desde sectores sindicales, o agrupaciones que disputan poder. La actitud de los medios es repugnante, pero está dentro de la peléa, pues están al servicio de las corporaciones. Lo que es una verdadera canallada es el aprovechamiento que hacen otros sectores políticos de ese montaje. Primero, porque saben que el relato es falaz, segundo, porque colaboran con la anti política y mañana serán ellos las victimas y finalmente, lo más importante, ya que por encima de las internitas hay millones que esperan soluciones para mejorar su calidad de vida.
cintura para surfear
             sobre el conglomerado
                          geronte que no suelta los púlpitos
Habrá que esperar para ver si "La Cámpora" se consolida como fuerza política con capacidad de gestión, pero por sobre todo con cintura para surfear sobre el conglomerado geronte que no suelta los púlpitos. Curiosamente, por no decir, deliberadamente, el “pánico moral” se direcciona hacia quienes expresan la defensa más cerrada alas decisiones de La Presidenta. Es probable, que estos gerentes del poder concentrado hayan advertido que son los jóvenes quienes han interpretado mejor lo que es la profundización de un proyecto político y que estarán dispuestos a defenderlo como nadie más.
Por eso será que algunos comunicadores, sindicalistas y políticos echan mano a cualquier recurso para seguir abonando el “pánico moral”. La derecha más rancia de nuestro país, es quién está detrás de esa maniobra, por ahora. Esperemos, no se sume la derecha peronista.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena nota. @rdrfernandez

Mabel dijo...

A quien le da miedo la Campora ?A los veteranos/as q venimos del progresismos no peronismo o de la izquierda no .A los propios peronistas supongo q si .Jövenes ,inteligentes ,organizados ,con vocación épica Decididamente son todo un peligro si siguen siendo fieles a CFK q es una líder q los valora y los guía .
Pasaremos de ser la vanguardia a la retaguardia .
"no te tengo miedo JCamporista"
Mejor ,me alegro y seguro los 30000 tb porq son su versión mejorada Hay equipo y hay futuro ,pero lo mejo0r es q hay líder

OMIX dijo...

La verdad Romans yo no creo que "la campora" tenga la importancia que Di marco/clarin/la Nacion le asignan y wue por supuesto la campora cree que tiene

alejandro dijo...

Como militante de este hermoso proyecto creo que es de lo mejorcito que se ha escrit al respecto

YO KIRCHNERISTA dijo...

el trabajo de los monopolios en el desgaste de boudou y la campora me parece que esta viendose, sobre todo en nuestro movimiento, sera que le encontraron por donde entrarnos ? O SERA QUE SOMOS UNOS PELOTUDOS ?