8/6/11

La peleíta entre Bello y Lebensohn

Ja!!! Se puso linda la cosa en el empresariado editorial Juninense. Por cuarta o quinta vez (ya perdí la cuenta) los anunciantes de La Verdad y Democracia auspician centímetros de una peleita por plata que mantienen ambos medios gráficos juninenses. A Bello se les escapaban algunas picardías criollas, típicas de pago chico para un citadino como él. Prácticas patéticas, por cierto, pero... bienvenido al club!!!
Según me informan, algunos anunciantes se le cayeron al publicista y director, y por otro lado es cierto que hay una "movida" contra el "Diario más vendido del noroeste bonaerense". Democracia "empezó primero" con el famoso avisito de "Todos pagan impuestos, menos ellos".

Lo bueno de esta disputa es que, gracias a la Ley de Medios, se abrió un debate increíble, que tibiamente empezamos a vislumbrar con estas disputas de negociados.
Días pasados ya vimos en el "repugnante programa oficialista y propagandista, ultra pago y mercenario de 678" (así le debe gustar a Bello y Lebensohn que se lo denomine), se mostraba con claridad como el colaboracionista Samuel Gelblung confrontaba con Betríz Sarlo por haberlo ninguneado. Claro, comenzó a tambalear la estantería puertas adentro de esas corporaciones que contienen escribas y formadores de opinión a medida de sus patrones, y el "sálvese quien pueda" empieza a erosionar con rapidez a quienes no conocen la construcción colectiva.
Con matices de idiosincrasia y mucho menos recorrido, en ciudades como Junín empieza a pasar lo mismo. En la medida  que la batalla cultural va ganando espacio se puede desmalezar el recorte de realidad que realizan estos medios.
Este peeriodismo onanista habla de ellos, de sus propios intereses y nada más.

Un párrafo aparte es la victimización de Bello haciédose el Lech Walesa, poniendo a 370 trabajadores como escudo de su negocito, cuando todos los juninenses que estamos relacionados con los medios sabemos que si no fuera por APENOBA seguirían como monotributistas o como empleados de comercio, es asqueante.

Será difícil ver un debate profundo en las páginas de sendos diarios. Por ejemplo: ¿Bello publicará en La Verdad que el columnista estrella de Lebensohn, Luis Domenianni fue redactor del diario Convicción del genocida Massera? ¿Democracia publicará notas dedicadas a la presunta vinculación de Bergoglio en el robo sistemático de bebés durante la dictadura cívico militar?

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