20/5/11

El locro, Néstor, y la maldita muerte...

Cristina, que es nada menos que la  Presidenta también sabe que la muerte es el olvido, y que hay personas como Néstor que dificilmente puedan olvidarse. Bien lo sabe. Por donde va se lo hacen saber.
Pero esa mujer dentro de Cristina, que es La Presidenta, por momentos se le olvida. La responsabilidad de ser lo que es, hace que por unos instantes no lo recuerde. Pero cuando la cotidianeidad se aparece, cuando irrumpe la vida de las cosas comunes... aparece él, de repente, con su porte desalineado y su sonrisa adolescente. Y ahí la mujer está por encima de Cristina, y de La Presidenta. Ahí es cuando los encuestadores y los creativos de agencia queman todos sus libros, porque contra la sinceridad, la inteligencia, el amor y el coraje nadie puede. Es un cóctel invencible para los laboratorios que fabrican dirigentitos pasajeros para gerenciar a los poderosos. ¿Pero que tiene que ver el locro con dirigir un país? .. podrá quizá preguntar algún obstuso que todavía no entendió por donde está pasando la historia, y la tiene en sus narices.... Nada pibe... nada... seguí con tu agencia de creativos y el librito de "Como ser líder hoy"... A mi dejame escuchar un poco más a esta mujer, porque siento que cada día somos un poco mejores personas.

" A Néstor no le gustaba el locro, no sé, que sé yo, no le gustaba y le encantaban las empanadas, ... eso sí, moría por las empanadas, pero bueno, .... no le gustaba el locro... y cuando me veía comer locro me decía: "mirá cómo comés locro".... Pero bueno, a mí me encanta el locro... Siempre me acuerdo de cosas, desde las más grandes hasta las más chicas, ... él es así. "
Eso, así, desde la nada... apareció Néstor y surgió desde la boca de la mujer que también es Presidenta.
Yo aprete los labios haciendome el macho, después con los ojos muy humedecidos lo ínico que atiné a decir fue: Muerte y la puta madre que lo parió.

2 comentarios:

Ricardo Sayar dijo...

Puede que ahora algunos giles entiendan que siempre, siempre, fueron dos grossos que compartían, con sus diferentes estilos, una idea de país. Pero lo mejor de ellos... era... perdón es, que son dos personas de primera, buena gente, gente común, comn responsabilidades enormes. Yo también me quiebro más de una vez acordándome de él. Se lo extraña mucho. Me imagino cómo lo extrañan ella y los hijos. Excelente nota, Gustavo. Abrazo

Ricardo Sayar dijo...

Puede que ahora algunos giles entiendan que siempre, siempre, fueron dos grossos que compartían, con sus diferentes estilos, una idea de país. Pero lo mejor de ellos... era... perdón es, que son dos personas de primera, buena gente, gente común, comn responsabilidades enormes. Yo también me quiebro más de una vez acordándome de él. Se lo extraña mucho. Me imagino cómo lo extrañan ella y los hijos. Excelente nota, Gustavo. Abrazo