¿Cristina o Evita?

¿Evita o Cristina????!!!... ¿que me decís flaca? E-V-I-T-A!!! ¿Me entendes?. Así respondió el rubio pelilargo, cuando una nena de 18 años, envuelta en una bandera del Movimiento Evita y con un desparpajo tan rutilante como sus chispeantes ojos negros, le pegaba con la punta de los dedos en el pecho y le preguntaba.

Ja Ja!!! No te calentés Viloni!!! Le soltó la piba, al tiempo que se devoraba un marlboro con la misma pasión con la que minutos antes cantaba “si la tocan a Cristina, que quilombo se va a armar”. El rubio, parecido a Viloni, le miró los ojos a la piba y decidió cantar y reírse un rato.

Esta escena, en la esquina de Lavarden y Los Patos, el 11 de marzo pasado en el acto de Huracán, me la contó Juanchi Camilo, amigote periodista que circulaba por allí haciendo un informe para la FM Patricios (95.5). Según el Juanchi la conversación entre los militantes que en esa esquina esperaban a otros compañeros de Quilmes, había arrancado unos minutos antes con la piba (hermosa morocha) como protagonista central, algo por el tema en cuestión y mucho por sus partes femeninas. Resulta que la chica tenía un afiche con la cara de La Presidenta pegado a un cartón que levantaba con sus manos hacía arriba. De pronto, al mejor estilo de La Negra Varela, se animó a cantar “no habrá ninguna igual, no habrá ninguna” quizá evocando a Homero Manzi con Ninguna, o quizá por una bandera de la 12 (la barra de Boca) que cuelga de local en la segunda bandeja, abajo y a la izquierda. Lo cierto es que un flaquito que estaba con ella le dijo: “Si hubo otra, igual y hasta mejor, que fue Evita”. Y ahí, de manera desprolija y anárquica arrancó un debate varias veces interrumpido por los cánticos de ellos mismos o de otros grupos que pasaban.

Ya escuché un par de veces que muchos jóvenes reconocen en Evita el espíritu revolucionario pero que, lejos de ese tiempo, no pueden o no saben interpretar ese espíritu, mientras que ven en Cristina la acción directa hacia medidas que son de transformación aquí y ahora.

Es imposible comparar a dos mujeres que han pensado más o menos igual (los matices darían para largo) pero en contextos absolutamente distintos. Y no sólo en contextos recortados, alejados de las causas que generaron esos presentes, sino todo lo contrario, con todo el recorrido hasta el último detalle.

Lo máximo que me animo a arriesgar yo, sólo por reconocerme un admirador de Eva, es que si estuviera viva, estaría en su salsa, acompañando a la Presidenta, y caminando junto a este proyecto político. Pero claro... con todo respeto a Cristina, hablar de Evita es meterse en un terreno complicado, aún cuando se hable dev todas sus virtudes. No faltará quien diga que tenía más virtudes que las que yo pueda enumerar, y allí la discusión. Muchas veces el amor supera todo análisis o revisión histórica, y de ahí a la puteada hay un centímetro.

Por eso propongo que hablemos y opinemos todos. No sobre algo tan terminante como Cristina o Evita, como dijo la piba en esa esquina al fortachón, un poco por la insolencia propia que debe tener la juventud, y otro poco para llamarle la atención al rubio.

Y propongo hablar y profundizar sobre similitudes y diferencias entre estas dos mujeres, porque considero que este tipo de debates fortalecen el pensamiento Nacional y movilizan nuestras cabezas, para que al final, tengamos más, mejores y nuevas ideas. Y así....
Espero vuestra opinión.