En el país que está batiendo record de turismo, consumo interno, histórica venta de autos cero kilómetro, negociaciones exitosas, con el Club de París.
En el país donde la asignación universal por hijo está teniendo un impacto positivo ditrecto sobre los sectores más vulnerables.
En este país donde cada vez se reactiva más la industria y la propia Presidenta encabeza una gira muy exitosa para profundizar ese desarrollo.
En este país Magnetto te hace esta tapa donde se destaca la palabra "otra" donde se da como verdad revelada que todos los días se producen jornadas de violencia y muerte.
Escuchaba a Eduardo Anguita que afirmaba que de cada 10 lectores de Clarín, 4 votan a Cristina. Anguita lo decía respecto de la formación (o deformación) que intenta el diario sobre sus lectores.
El problema no son los 350.000 diarios que Clarín vende. El gran problemas es el rebote que generan los medios del propio grupo de manera programada y el periodismo pavo que repite como un coro cada media hora en infinitas radios de FM de todo el país esta tapa.
Esta mañana, viniendo para el centro de la ciudad, en los titulares de dos radios locales que no tienen nada que ver con Clarín escuché como se repetía esta tapa. Por supuesto que en las repetidoras ilegales de Radio Mitre y FM 100 también. Y en la repetidora ilegal de Radio 10 es obvio que también.
Por supuesto, hace 10 días escuché lo mismo en radios de Saladillo, 25 de Mayo y Bragado. Y cualquiera del interior que léa este post coincidirá conmigo que la situación se repite en cada ciudad.
Por eso es muy necesario que la AFSCA (Autoridad Federal del Servicio de Comunicación Audiovisual), no quede ciego en la peléa con Clarín (que es muy necesaria), y también apunte sus controles a los miles de medios audiovisuales que, sin cumplir la ley, compran noticieros de radio envasados, o son repetidoras directas de las emisoras del grupo.
La batalla contra el Grupo Clarín hay que darla, pero sin perder de vista la batalla más importante. La batalla cultural. Combatir en esos terrenos implica embarrarse los piés, hasta en el pueblito más chico para hacer realidad el espíritu de la tan militada Ley de Medios. Hay que putear y dejar al descubierto la mentira de TN, pero también hay que haver cumplir la ley en los lugares donde se podría tranquilamente y no se hace.
Hoy en las principales ciudades del interior del país, los controles de AFSCA no existen. Con Mariotto visitando el piso de 678, sólo nos quedamos en la declamación de la letra escrita.
Hubo años de militancia para que la ley fuera una realidad. Ahora hay que militar para que se cumpla.
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