EL DISCURSO QUE PRENDE

No pasó mucho tiempo desde que Duhalde reconociera en el programa de radio que conduce Magdalena Ruíz Guiñazú que quería un gobierno de pacificación que incluyera a los que quieren y no quieren a Videla, hasta las declaraciones xenófobas de Macri y Rodriguez Larreta en el marco de los incidentes que se vienen produciendo en el Parque Indoamericano, donde se reprimió y hasta ahora hay tres muertos.

El discurso de que nos invaden los bolivianos, los paraguayos y los peruanos es rendidor para la derecha gerencial de este país. Si bien es cierto que estos nenes de mamá, formados en colegios privados, católicos, bilingües y caros tienen bien arraigada esa ideología de apartheid de pobres y negros, no es menor que quienes los asesoran en sus “carreras políticas” saben que hay una gran parte de la sociedad que compra fácilmente el discursito de los “inmigrantes ilegales” que nos quitan el trabajo. Salvando las distancias y usando este ejemplo para advertir donde terminan estos planteos xenófobos, es pertinente recordar lo que Hitler les decía a los alemanes “bien nacidos” sobre los judios, al comienzo de la locura que años más tarde terminó en uno de los más grandes genocidios de la historia de la humanidad.

Sin embargo, cierta clase media ignorante, compra de a dos esa propaganda. Propaganda que amplifican los medios de comunicación hegemónicos. Anoche, Nelson Castro arrancó su programa de “teleoposición” con un zócalo que decía: “Se Faveliza Buenos Aires”, y por la mañana, Ricardo Róa de Clarín y Carlos Pagni de La Nación hicieron foco en lo mismo que horas más tarde vomitó el Jefe de Gobierno de la ciudad más rica de todo el país.

No es un exabrupto de Macri. Es el discurso que prende en los sectores medios y altos. La fantasía que algún día cientos de topadoras y miles de parapoliciales atropellen a todos los negritos y los amontonen en la isla Martín García, donde hace 100 años ya vejaron a miles de hermanos de pueblos originarios.

Por eso el discursito ignorante, fácil, vacío, reaccionario y racista. Porque gran parte de la sociedad es así.

Esa parte de la sociedad –des- informada por TN es la que repite tontamente ese relato que tan bien le hace a los que manejan el poder desde siempre. El pensamiento mágico de las soluciones Blumberezcas e inmediatas.

Por eso hay que insistir en la batalla cultural. No dar por ganado nada, no relajarse ni un minuto. Las soluciones de fondo a estos problemas que hoy le explotan en la cara a una gestión inoperante, incapaz e ignorante como la de Macri, llevan tiempo y se las está afrontando. Pero mientras tanto debemos ser miles los que estemos dispuestos a dar una batalla cultural que nos permita debatir en cualquier lugar y hacer saber nuestra posición de condena a este discurso que “como la gota va destruyendo, lenta, pero infaliblemente”. (frag. Poema “Paz” de Elena Oshiro,)