Se estima que en nuestro país hay más celulares conectados (con una línea viva, que consume) que personas. La penetración, al menos comparada con el censo 2001 está en un 103%. Se puede diferir con este número, puesto que las operadoras de telefonía celular utilizan distintos sistemas para medir una línea viva. Lo que no se puede discutir es que el teléfono celular es parte indivisible de las personas. En Argentina, se alcanzaron niveles de penetración altisimos (comparados a Madrid o Bangok) en tiempo record.
Lo que parecía lejano, casi de star wars, está hoy entre todos nosotros y la propia sinergia del negocioo acelera los tiempos de manera impensada.
Esta gestión de gobierno, digo la de Cristina, supo mirar muy bien este fenómeno y hoy se empiezan a ver los resultados. La isla de Tierra del Fuego se empieza a sobreponer de la era Menemista. Durante el 2010 produjo cinco millones y medio de celulares y preveen más de ocho millones para el 2011. Esto significa una sustitución de importaciones por unos 600 millones de dólares. Vale la pena pegar una leída a esta nota de El Sureño de Río Grande.
Por otro lado, pero dentro del mismo negocio, una muy buena noticia se conoció también por tierras sureñas. En la hermosa Puerto Madryn la Cooperativa Servicoop Leonardo lanza su propio sistema de telefonía celular, que al principio funcionará sobre plataformas de las operadoras existentes, pero a partir de segungo semestre del año comenzarían a correr sobre sus propios sitemas. El producto se llamaría Nuestro. (Acá la nota de Diario El Chubut)
Las cooperativas en cada pueblo del interior del país son motores fundamentales de la sociedad. Luz, das, teléfono, agua, vivienda y varios servicios más. No sería ninguna sorpresa que de a poco, pero con la perseverancia que caracteriza al movimiento cooperativo , en algunos años tuvieramos una red de telefonía celular conformada por la Federación de Cooperativas Argentinas de Telecomunicaciones.
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