¿Por qué el ejecutivo se conforma con un aumento de tasas menor a lo presentado originalmente?
Escribe: Santiago Aguiar, Lic. en Economia
Cuando se presento el proyecto de presupuesto 2011, estaba previsto en él un aumento general de tasas del 50,7% anual, de la forma de un 30% inicial y variaciones bimestrales acumulativas del 3%. Uno de los principales argumentos a favor de tal incremento era el aumento previsto del 20% de los sueldos de los empleados municipales que representa un 51% de los egresos anuales.
Ahora bien, finalmente ayer el oficialismo resignó casi la mitad de su pedido inicial y cerraron en un aumento del 19% inicial, más dos incrementos del 4% en junio y septiembre (quedando excluída la Tasa Complementaria de Seguridad).
A simple vista existe una diferencia importante entre ambas propuestas. Por eso resulta relevante identificar cual es por un lado el aumento anual, es decir que tanto más caras van a ser las tasas en diciembre de 2011 contra diciembre de este año. Y por el otro lado cual es el impacto de tales aumentos escalonados en los ingresos del municipio durante el próximo año.
En el primer caso y como ya expusimos, la propuesta original elevada al consejo deliberante pretendía un aumento interanual del 50,7% y la propuesta finalmente aprobada ayer es del 28%. Lo que implica una diferencia de casi 23 puntos porcentuales.
Con el otro análisis podemos observar que si aumentamos los tributos por tasas en un 30% inicialmente y un 3% bimestral tendremos en promedio un aumento de los ingresos por este concepto del 40% acumulado en el año. Mientras que para la alternativa acordada ayer el aumento promedio de los ingresos estimados llega solo al 23%.
Dicho de otra manera, la propuesta oficial dejaría las tasas en un escalón 23 puntos más alto que la alternativa de la oposición a fines del año próximo, pero en términos de ingresos solo se lograrían aumentar un 17% más.
Otra hipótesis refutada es la referida al aumento de los salarios como peso importante en la línea de gastos. El incremento previsto del 20% también estaba acordado con un cronograma que establecía un primer aumento de 10% en marzo y otro igual en noviembre. Si para este gasto también hacemos el ejercicio del impacto efectivo durante el año, resulta en una erogación por este concepto de solo un 10% en promedio del ejercicio fiscal. De más está decir que si a esto agregamos que los sueldos son la mitad del presupuesto de gastos, entonces a nivel presupuestario agregado el aumento de salarios solo representa una variación promedio anual del 5% de todos los gastos estimados. Motivo que claramente deja sin validez este argumento como justificativo de semejante pedido de aumento desmedido de los tributos que pagamos los juninenses.
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