El liberalismo cool versión
2015 (globos y culturita de la nada), no
necesitó estar en el poder para mover sus fichas en busca de lograr objetivos
claros y muy simples de entender: Cambiar asimetrías económicas hasta que se
produzca una transferencia de recursos desde los sectores más vulnerables o
menos pudientes (entre ellos los trabajadores), hacía los sectores concentrados
de la economía. Básicamente el conjunto que compone la gran corporación agro
exportadora, los bancos y pulpos formadores de precios minoristas como las
grandes cadenas de supermercados.
Hemos tenido varias muestras
durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner con las corridas bancarias que
se programaron y se ejecutaron desde esos sectores.
Hoy finalmente la derecha
más rancia y conservadora del país, está a punto de asumir, por primera vez en
la historia, de manera legítima al poder. Y ni siquiera necesitaron un títere como
Menem en los noventa. Esta vez uno de los ellos los representa. A días de esa asunción, empezaron el plan para
conseguir los objetivos que planteaba. Para eso, uno de los golden boys del
equipo de CEO´s que armó Macri, Alfonso Prat
Gay anunció un dólar en alrededor de $15. Anuncio inocente?. La idea es
disparar la inflación, generar paranoia, remarcación de precios, y empezar a
recorrer una curva ascendente para los precios y caída para el poder
adquisitivo de los trabajadores.
Según un relevamiento de la
Unión de Consumidores Libres (UCL), en los últimos 45 días la canasta básica de
alimentos registró un aumento promedio de 25 por ciento. Desde algunos días antes del 25 de octubre y
hasta hoy, la máquina de remarcar no ha cesado y según esta asociación de
consumidores, el alza en los precios se debe a los anuncios de Macri y su
equipo en cuanto a eliminar las restricciones cambiarias y retenciones a la
exportación de materias primas. Tan solo con tocar el tipo
de cambio y dejar librado todo al “Dios Mercado” la caída en los salarios va a
ser estrepitosa, mientras que la corporación agro exportadora recibirá una
cantidad de recursos beneficiados por un dólar alto y la baja en las
retenciones.
La suba de precios ya está
provocando protestas que son silenciadas por los grandes medios de
comunicación. Por ejemplo, en Córdoba,
donde paradójicamente el 72 por ciento de la sociedad apoyó a Macri, el boleto
aumentó un 30% y hubo disturbios en las calles.
La estrategia de marketing
que sostendrá el ajuste y la devaluación ya comenzó hace rato. El blindaje
mediático de Macri le permite instalar teorías como “la bomba que deja activada
Cristina” o simplemente decir que en el Banco Central “no hay un solo dólar”. Es muy simple el plan de comunicación. “Cristina
nos dejó el país incendiado y no nos queda otra que devaluar y pedir créditos a
organismos internacionales”
Todo sucederá en los
primeros 100 días, donde cualquier gobierno que asume tiene mayor crédito y será acompañado por algunos escándalos
judiciales que contribuyan a tapar el desfalco al bolsillo de los trabajadores.
Causas como la que tiene Bonadío, sobre presuntos sobornos en la importación de
gas. Recuerden que en julio el juez
allanó el Ministerio de Planificación Federal, YPF y Enarsa. Otra podría ser la que sigue Rafecas sobre
Hotesur e involucra a Cristina y sus hijos. Lijo podría impulsar la causa que busca
determinar si los laboratorios medicinales que traficaron efedrina bancaron la campaña política del FPV en 2007. Ni hablar
de Amado Boudou. Meterlo preso sería un show mediático donde muchos distraídos
quedarían babeantes de alegría mientras les afanan la billetera en el
amontonamiento.
Lo que está bien claro es
que vienen por el salario de los trabajadores. Y cuando digo que vienen por
nuestro salario, no hará falta, esta vez, una Patricia Bullrich que descuente
un 13%, ya que con la simple devaluación de la moneda en alrededor de un 50 por ciento, nuestro
ingreso se verá afectado en ese porcentaje o más, porque remarcar por las dudas
es un comportamiento que está en nuestros genes argentinos.
Ya lo dijo Macri con mucha
claridad hace un par de años. “El salario es un costo” y como todo costo, la
visión de un empresario es que baje. Un
trabajador en nuestro país percibe un
ingreso promedio deU$S 1. 184,20 mensuales,
lo que significa un 575 por ciento más
que lo que recibe un trabajador en México, de acuerdo con datos del Banco
Mundial.
Vienen por eso. Sin dudas.
Solo el movimiento obrero organizado puede intentar que el salario se
incremente en la misma medida que devalúen la moneda. Pero ya está.
Están sobre nosotros. Hambrientos, con calentura guardada, con muchas
ganas de quedarse con todo y con la legitimidad del voto popular.
1 comentario:
Hay que ser miserable....
Lee la teoría del valor, Capitulo III de El Capital, (sobre todo "el dinero" como equivalente general), y te vas a dar cuenta quien fija este desmadre inflacionario....
Por el proyecto de una decena de ricachones, la gilada repite sin pensar, no importandole un carajo a cuantos se llevan puestos. Pero es como una cirugìa: cuantas mas maldades hagan, más rapido se extinguen.
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