Radicales! ... eran lo de antes.

Hace días ingresó al Concejo Deliberante de Junín un proyecto para solicitar que se cree un programa llamado “EL CONCEJO EN LOS BARRIOS”. Se trata de que el cuerpo legislativo de nuestra ciudad sesione en Sociedades de fomento, clubes, o alguna ONG. Un vecino mío se interesó mientras yo le contaba que el proyecto lo había presentado el concejal Socialista en el Frente Para la Victoria, Juan Sequeira. Le relataba casi de memoria el visto y el considerando del mismo, donde dice que se “necesita una mayor vinculación entre el Honorable Concejo Deliberante y los vecinos para elevar la calidad del sistema democrático, el interés y participación ciudadana en los asuntos públicos” y que además es “necesario dotar de instrumentos legislativos válidos para que la ciudadanía toda de forma personal o a través de organizaciones intermedias, presente sus inquietudes y reclamos en forma de proyectos, entendiendo que la democracia necesita de ciudadanos comprometidos con las decisiones de gobierno que afectan la comunidad en la que viven”.

Qué bien me dijo mi vecino! La verdad que muy bueno, pero los radicales no se lo van a aprobar, remató. Luego seguí charlando otras cuestiones y me despedí pensando en eso de que los radicales no lo aprobarían, ya que poseen mayoría. O mi vecino no sabe de la lucha, participación ciudadana y democrática en la UCR o la UCR que tenemos hoy, hace rato que es un cachivache que está lejos de representar los ideales históricos.

Amaya

Entonces me puse a pensar en dos militantes. En dos radicales. Dos tipos que la dictadura cívico militar nos arrebató. Uno de ellos sureño, nacido en Chubut y torturado hasta morir en el 76 por el V Cuerpo de Ejército que tenía sede en Bahía Blanca. Mario Amaya, quien llegó a ser Diputado Nacional por su provincia. Un ejemplo de lucha. Otro, el “Ruso” Sergio Karakachoff, platense, periodista, militante, abogado de trabajadores y presos políticos. Gran dirigente estudiantil, fundador de Franja Morada. También torturado por la dictadura cívica militar asesina.



Karakachoff

Hoy, mamarrachos como Morales, Ricardito, el Milico Aguad, Cobos y tanto otro payaso, en nombre de un partido político que fue la primera expresión popular en la patria, se asocian con los enemigos del pueblo. Qué lejos están los concejales radicales de Junín, algunos jóvenes además, que se reían con sorna frente al reclamo de trabajadores obligados a trasladarse en ciclomotor porque el intendente, casi Macrista ya, no piensa ni en mil años impulsar un transporte público.



Karakachoff, Amaya. Porque nadie vaya a creer que la sangre que nos sacó la dictadura la entregó un solo sector. Amaya, Karakachoff… esos radicales que parecieran invisibilizados a propósito por quienes saben que jamás les llegarán ni a los talones.

Claro… ¿Quien podría ser tan omnipotente como para saber qué pensarían hoy Amaya o El Ruso? Nadie podría asegurar que estuvieran de acuerdo con el proyecto político que han protagonizado, primero Néstor y ahora Cristina Kirchner. Nadie.

Lo que si me atrevo a asegurar y hasta como un homenaje a esos radicales y a tantos otros que dieron la vida por un Pensamiento Nacional, es que de ninguna manera serían partícipes necesarios de esto que hay en Junín. Cobo Meonismo PRO o como quieran llamarle.