Cuidar a Cristina

La tragedia de Once es, sin dudas, un disparador anticipado (lamentablemente) de un debate que quizá se empezara a dar más cercano a las elecciones legislativas de 2013. La Presidenta no será candidata nuevamente por un nuevo periodo a partir de 2015 y eso es tan claro entre los principales referentes del proyecto político nacional, que muy pocos se preocupan por cuidarla. Ya está, es descartable, ya ganó, ya metió en sus carguitos a unos cuantos. Ahora el próximo paso. Listo.

La falta de espíritu crítico de mucha militancia ruidosa, pero silenciosa por estos días, es tan patética y obvia, que si no fuera por los 50 cadáveres y los casi 715 heridos, resultaría cómico y por demás de contundente ejemplificando la pertenencia por pragmatismo y no por convicción, o lo que es peor, o quizá más directo, el contratito cobra mayor preponderancia que la ideología.

Si Schiavi es un pelotudo y De Vido un inoperante, lo fueron desde antes de esta tragedia. No hace falta salir a decir que Pino Solanas es un oportunista, que los medios son morbosos, que Macri es un aprovechador o que Clarín hunde el cuchillo sin dar respiro. Eso todos lo sabemos.

Lo concreto en esta masacre evitable, es que una empresa se lleva casi 5000 millones de pesos al año y los controles son tan laxos que dan asco. Son tan sospechosamente superficiales, que un día pasa lo que podría pasar casi todos los días y entonces todo queda al descubierto.

Sabemos que una estatización, a estas alturas, sería, como mínimo, tildada de tribunera y sabemos muy bien es que cualquier cosa que salga a decir un funcionario del Gobierno Nacional por estas horas será una pelotudez, al menos, o una cobertura de culo.

Lo que no sabemos es quienes están del lado de los buenos por puro idealismo y quienes por la “cajita” que siga manteniendo un sistema perverso sin contenido y con algunos vivos (de los viejos y de los nuevos) que no honran ni un poquito sus cargos y sólo lo utilizan para su beneficio personal. No lo sabemos pero lo intuimos. La “sintonía fina” también debe llegar a esos lugares y empezar a separar la paja del trigo para cuidar a La Presidenta que es la conductora de un proyecto político que queremos que continúe.

No vamos a ganar nada si nos quedamos callados frente a la “zoncera” de mandar preso al “Pollo” Sobrero todo un fin de semana por nada. Aún cuando estemos en las antípodas ideológicas. Nadie va a salir victorioso si la “orga” propia está por encima del modelo. Ninguno va a trascender si no decimos lo que pensamos en cualquier ámbito, incluso cuando los “porongas” se enojen y nos apaguen los celulares.

Se murieron 50 trabajadores. Eso que, como militantes, decimos defender. No hay nada más para decir.

El que tenga, por estas horas, un mínimo de compromiso, sabrá que a Cristina hay que cuidarla más que a nada y que no profundizar el modelo es callarse la boca y hacerse el boludo. Hay que debatir más que nunca y atreverse a decir no a todo aquel que nos desafíe con cagarse en el proyecto político, por el que Néstor dejo la vida.