26/12/11

Martín Lousteau llega a Junín como salvavidas de Meoni

Si hubo un cambio trascendente en nuestro país en los últimos 10 años, sin dudas fue el cambio cultural que protagonizó la sociedad respecto de la forma en que nos va a ir mejor. Desde el 76 en adelante, con una especie de orgía legitimadora en los 90, se consolidó la idea de un mesías salvador que todo lo solucionaría de manera unilateral. Luego de la crisis de 2001 y el descreimiento absoluto en la clase dirigente, llegó el turno de los proyectos colectivos. Se empezó a sentir lentamente una vuelta a la militancia que explotó con la partida de Néstor Kirchner. Hoy, los principales proyectos transformadores en nuestro país tienen el sello de la construcción colectiva. Es, incluso, la Presidenta quien insiste que, participen más, que la ayuden, que lo hagamos entre todos. Lejos de la oleada noventisa donde un ministro de economía regía los destinos de la patria expulsando del sistema a millones.
Mario Meoni parece un milagro de la política. Es un Intendente relativamente joven, que ya va por su tercer mandato, accedió a lugares muy cercanos al poder verdadero, dejó escapar oportunidades espectaculares de desarrollo de la ciudad y hasta personal, y además tiene una idea atrasada del funcionamiento de la construcción política.

Replegado estrictamente a su territorio, luego de los tres años de aventuras junto al Capitán Frío (pecho Frío Cobos), se encapsuló tanto en dos o tres personas que lo asesoran tan mal, que se desprendió del único hombre que sabía y podía hablar de política en su entorno. Ahora, su nuevo Secretario General, logra imponer una idea que viene sembrándole a Meoni desde hace meses. La ciudad de Junín gastará una muy linda friolera de millones para pagar la consultoría externa y asesoramiento del equipo económico del ex Ministro de Economía y mediático Martín Lousteau.

A contramano de lo que genera éxito en el ámbito Nacional y Provincial, en Junín se hará todo lo contrario. Se pondrá el desarrollo de los próximos cuatro años en manos de un técnico que dejará sus recetas, cobrará sus millones y partirá en 6 o 7 meses a lo sumo. Listo. Ese era todo el proyecto político de Meoni para la ciudad de Junín. Es decir, ganar las elecciones, asegurarse cuatro años más de manejar un presupuesto millonario y luego traer un mediático economista para que “tape” con soluciones mágicas (que nunca le impactaran de manera personal) los “papeles flojos” que tienen distintos funcionarios, y hasta el propio intendente. 

Si Meoni necesita que un técnico de exportación le diga que tiene que hacer en sus próximos años de gobierno estamos bastante jodidos como ciudadanos de Junín. No por cuestionar a Lousteau que tiene sus pergaminos bien ganados en distintos foros académicos, sino por la falta de planificación y pensamiento anticipativo del Intendente y su, cada vez más, ínfimo equipo de trabajo.



Hoy, esta decisión, corre el velo de la mentira que significaron las promesas hechas en campaña, donde hasta con un mapa detalló un plan de obra para cada barrio. Un plan de obras que sólo es un folleto naranja bien pagado por todos los contribuyentes, que ahora, además pagaremos los honorarios de Lousteau.
Pero… Qué bueno está Junín!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Seguí participando romans.... calentito hasta el 2015!! juajuaaaaa

Anónimo dijo...

jajaja paga(pagamos) a este personaje para subirse en el trencito ya que se le esta escapando, la esta pifiando feo por que siempre apunta mal, o sera que el quiere ir a la cabeza.
David