CGT - Gobierno ¿Se corta la soga?

Lo de Moyano, en cadena por TN, con el análisis posterior de Edgardo Alfano, con los rutilantes titulares de Tsunami que subieron los portales de las corporaciones mediáticas y la repetición en cadena de sus socios (estratégicos o por obligación) parece muy fuerte. Ahora, si analizamos lo que quiso transmitir el líder de la CGT y le sacamos toda esa bijouterie mediática, la verdad es que Hugo no dijo nada que no esperábamos que fuera a decir. Es más, si bien muchos (entre otros su hijo Pablo), portaban remeras que referían a la Ley de Reparto de Ganancias, el camionero no hizo referencia específica al tema. Tocó el tema del pago de ganancias y de salario familiar que, además de coincidir en un 100% como trabajador, son dos temas que se vienen hablando hace rato.

Que la situación es tensa, no hay dudas. Por alguna razón, que habría que profundizar, el número uno de la Central Obrera más grande de la Argentina y la Presidenta, se vienen hablando desde los palcos, y eso es lo que puede sonar más preocupante. Los interlocutores que hay entre el Gobierno Nacional y la CGT parecieran haber cambiado luego de la partida de Néstor Kirchner y eso, entre otras cosas, parece dolerle a Moyano. No es menor traer al análisis un dato histórico. Cada vez que el Peronismo (en cualquiera de sus formas) se sintió muy superior a la oposición (y hoy la oposición es una de las más patéticas de la historia), las pujas han sido en el seno del propio movimiento. El poder se disputa, los heridos se sienten fortalecidos y así el movimiento se multiplica y avanza en la búsqueda de esa construcción envidiable del Peronismo en la vocación de políticas de mayorías.

Luego del discurso de Hugo, el hijo diputado, Facundo, utilizó con mucha inteligencia y alguna ironía la red social Twitter para decir lo siguiente: “No seamos imberbes, los trabajadores son la esencia de un Proyecto Nacional y Popular, no nos comamos contradicciones que no existen. La contradicción principal es entre el proyecto financiero neoliberal y el proyecto nacional popular y latinoamericano, y eso se expresa en la antinomia política Kirchnerísmo - Anti Kirchnerísmo. Nosotros sabemos de qué lado estamos!“

Interesante analizar lo de este brillante joven. Por un lado está poniendo el centro de la discusión en los puntos de encuentro que tiene la CGT y el proyecto Político del Gobierno Nacional y además se alinea claramente en esos puntos. Pero utiliza una palabra muy simbólica para el Peronismo: “Imberbe”. De manera elíptica se refiere a muchos jóvenes recién conversos que pueden desconocer el ADN de ese movimiento tan difícil de analizar que es el Peronismo. En todo el Justicialismo tradicional y en los cuadros políticos de la CGT hay una construcción que por ahora se dice en voz baja, pero que el secretario de prensa de Camioneros, Hugo Pistone, esta mañana dejó escapar en declaraciones a Radio 10: “No quisiera que la presidenta sea asesorada por jóvenes de La Cámpora como lo fue De la Rúa por el 'Grupo Sushi'".

Hay un crecimiento de poder en la Juventud (particularmente en La Cámpora) que amenaza a otros sectores dentro del PJ. A la ancha alameda de jefes territoriales y a los dirigentes de extracción sindical. Se juega algo muy importante: La Sucesión. Por ahora La Cámpora aportó algunos muy buenos cuadros técnicos y políticos y pocos votos, pero la propia Presidenta facilitó el acceso de muchos jóvenes a ventanillas del Estado que los pueden potenciar. La CGT advierte esto y es quien sale a decirlo a media voz, pero lo dice. Moyano no tiene ni los votos (patrimonio de esos jefes territoriales que no le responden y ocasionan la renuncia al PJ en sus dos cargos), ni las ventanillas para construir más poder. Por eso apela al recurso de la defensa de los trabajadores. Hay que decirlo claramente: Primero porque hay sobradas muestras que Moyano lo ha hecho siempre y segundo porque es un excelente recurso de presión.

Por último, Moyano tiene mucha razón respecto al cascarón vacio que es el PJ. Pero no es una novedad que haya traído Cristina. Esa construcción dispersa que hicieron los Jefes territoriales es difícil de alinear, incluso para la propia Presidenta. No sería igual el presente sin el 54% de los votos (o acaso nos olvidamos de los huevos en dos canastas de 2009?). Y con las Obras Sociales pasa lo mismo, con la única distinción que es mentira que estén a punto de colapsar. Si bien es cierto que el Estado les debe más de doce mil ochocientos millones, ninguna está al rojo por eso. Lo cual no deslegitima la deuda. El Estado debería pagar.

Pero la matriz de esta disputa, sin dudas tiene que ver con la sucesión y con las posibilidades de construcción de poder para estar fortalecidos en 2013 y 2015. ¿Se va a cortar la soga? No creo. Es posible que en ese fortalecimiento que impulsa Moyano deba aceptar halagos como el de Barrionuevo, que hoy por Radio Mitre (Grupo Clarín) dijo: "Después de escucharlo a Moyano, yo ya tengo secretario general. Mi secretario general en la CGT es Hugo Moyano". Pero aún así seguirá en sociedad con el Proyecto Político que encabeza Cristina.

Dos avisos parroquiales

1) A los Progres Ultra K recién conversos: No se olviden que Moyano (con sus contradicciones y medio flojo de papeles en algunas cosas) estuvo desde un primer momento, e incluso desde la década del 90.

2) A los Peronistas ortodoxos: Las corporaciones intentaran usar esa tensión natural para dividir el Proyecto Nacional, Popular y Democrático, pero siempre estarán en contra de los intereses del pueblo.