ELECCIONES 2011: EL DÍA DESPUÉS

Por Julián Caliva

Un triunfo más ajustado que lo previsto abrió la puerta al ¿radical? Mario Meoni para que por tercera vez consecutiva sea el Intendente de la ciudad de Junín, nuevos desafíos le espera para este mandato, entre ellos el de recomponer mínimamente los vínculos con el gobierno nacional y provincial, y aunque Scioli pareciera en los últimos tiempos más permeable a la hora del dialogar habría que ver que posición adopta si Meoni retoma el frustrado deseo de proyectarse como referente provincial, ya no como armador del cobismo sino como fuente de renovación del radicalismo. A propósito de renovaciones es interesante resaltar que con este resultado y tras ocho elecciones que se llevaron a cabo desde el retorno del sistema democrático, es decir desde el año 1983, solamente dos hombres ocuparan el sillón de Rivadavia 16: el Ing. Abel Miguel y propio Meoni. Muy pocos nombres para, si proyectamos estos cuatro años de mandato; 32 años de historia local. Pareciera ser que el reclamo latente de renovación que exige la sociedad al sistema político no afectara, hasta ahora, al radicalismo.

Distinta es la situación que vive el justicialismo, ya que ayer sumo una nueva frustración, si bien hay que reconocer que la elección realizada fue, por lejos, la mejor en estos últimos tiempos, también hay que destacar que el candidato local obtuvo 5000 votos menos que Cristina Fernández. Ale, Rubini, Calvo, Blasi, Henestrosa y ahora Traverso son algunos de los nombres a los que aposto, sin éxito, el PJ en sus distintas variantes para derrotar al radicalismo. Tres variables se pueden manejar para explicar esta situación:

a) Que existe una asimetría entre el favoritismo de los afiliados y simpatizantes justicialista y la preferencia del resto de la ciudadanía, que se manifiesta a la hora de que el candidato elegido por los primeros no son del agrado de los segundos

b) Que las propuestas realizadas a la comunidad no son del interés de está

c) Una combinación de los puntos antes expresados

Distinto es el adjetivo que se tiene que utilizar cuando analizamos al resto de las fuerzas políticas, ya no hablamos de desilusión o decepción, sino lisa y llanamente de fracaso. En primer término el candidato del MID Ricardo Petraglia lejos estuvo de repetir elecciones anteriores, tan lejos que no logro retener ninguna de las dos bancas que ponía en juego. La mala imagen del ex Presidente Eduardo Duhalde que no logro traccionar votos, sumado a una campaña apática por parte de los candidatos locales dio como resultado una magra cosecha de votos. Algo muy parecido sucedió con la Coalición Cívica que no logro renovar las dos bancas cuyos mandatos vencen a fin de año, además de tener menos votos que en las primarias. Del resto, Petrecca, Obiedo, Ubiña, Agorreca; muy poco para decir, ninguno se convirtió en la sorpresa del domingo y la mayoría perdió votos cuando se lo compara con el candidato a presidente con los cuales compartía boleta (el candidato del PRO es la excepción porque iba solo con el cuerpo local)