Crónica de una muerte anunciada

Los medios digitales, los portales, y los blogs, están explotando por la noticia. Cobos renuncia a ser candidato a Presidente!!!!

Uhhhh. Dicho de esa manera parece que el tipo estaba por ponerse la banda presidencial y en un acto de grandeza renunció en beneficio de la patria.

La realidad es mucho más sencilla, patética y hasta poco sorprendente. Era de esperar que un tipo que no logra traspasar los 5 puntos de intención de voto se “baje” desde donde nunca estuvo subido. O mejor dicho, de donde lo subieron un tiempo los medios, las corporaciones y hasta su propio partido, que obnubilados por los fuegos artificiales de la 125, se metieron sus ciento y pico de años en el bolsillo y lo exoneraron para que vuelva y así volver colgados como pudiera.

Tan de cajón es que esto iba a pasar, que de allí mi asombro con dirigentes como Meoni, Kats y Cachi Gutiérrez, que veían que Cobos se desangraba y le hacían transfusiones de la de ellos mismos. Tan poco código tiene Cobos, que además de dejar a sus pocos soldaditos abandonados en una colina contra un ejército gigante, y con una gomera para defenderse, se “baja” con escandalete, diciendo que su partido (el que lo perdonó porque medía) “debe dejar de hacer actos y ponerse a trabajar en serio”.

Un traidor con título de honor y recomendación firmada por Judas, que aprovecha un nuevo error de la UCR (el mamarracho que propuso Sanz de las internas) como pretexto para hacer mutis por el foro. Un cobarde que tuvo que decir “no positivo” y que hoy vuelve a salir por la puerta que da al callejón de la basura.

Una sombra que deambulará sin recuerdos ni evocaciones en algún libro de historia, sin pena y sin gloria. La nada misma.

Y está bien. Ese es el lugar que la historia les reserva a los traidores.