“Hay que regular el sistema financiero para apoyar al sistema productivo”
En una visita a Junín el economista jefe del Banco Credicoop Coop. Ltdo. ofreció una conferencia de prensa ante medios locales antes de reunirse con funcionarios y dirigentes zonales del banco. En ella destacó las cercanías y coincidencia entre los reclamos y planteos históricos del movimiento cooperativo y el rumbo del gobierno nacional.
Uno de los primeros temas sobre los cuales el economista desarrolló su conferencia fue la crisis de Japón y sus posibles consecuencias para nuestro país. En relación a ella, García afirmó: “No hay que hacer grandes previsiones, porque ya tenemos la experiencia de la crisis internacional de 2008, de la que el país salió relativamente bien parado. Pero el bajo endeudamiento con organismos privados y la liquidez actual del sistema financiero crean una carcasa importante para resistir los embates de las crisis internacionales”.
Por otro lado, el profesional agregó que “el comercio argentino está muy diversificado, por lo que si hay un problema en un país, como en este caso Japón, tenemos otros lugares para colocar nuestros productos. En todo caso, lo que nos tendría que preocupar sería una caída en la economía de Brasil, de la cual dependemos en mayor medida, pero con Japón no tenemos mucho intercambio”. Sin embargo, García reconoció que, ante este tipo de situaciones, el sector más débil es el comercial, “que es donde mayor impacto tuvo la crisis de 2008”.
En relación a uno de los problemas que tiene hoy nuestro economía y el que más polémica genera en relación a su medición: la inflación, García se situó en una posición equidistante entre los números arrojados por el INDEC, sobre los cuales subrayó su falta de confiabilidad, y los de las consultoras privadas, al manifestar que “estas tienen determinados intereses”. Pero dejó en claro que “la no existencia de un índice confiable, no nos impide pensar las causas que hacen a la inflación” y en este sentido se manifestó satisfecho al escuchar a la Presidenta que en sus discursos toma lo que nosotros desde el movimiento cooperativo venimos sosteniendo: la inflación responde a una puja distributiva, ya que los formadores de precios en Argentina se quieren apropiar de una mayor capacidad de consumo que se nota hoy en la ciudadanía vía políticas de distribución que instrumenta el Estado”.
García dijo que “en nuestro banco cooperativo al no tener ningún índice confiable, lo que hacemos es hacer proyecciones, más que números”; en este marco “pese a que no puedo hablar de un número exacto, esperamos que para 2011 la inflación sea igual o, a lo sumo, un poquito mayor que la de 2010”.
Como contracara de esta afirmación García destacó las perspectivas positivas de la economía nacional de la mano de un estado interventor preocupado por incentivar el mercado interno, con una fuerte decisión de aplicar recursos excedentes para lograr un mayor desendeudamiento de la economía, de proteger la industria local, de tener mecanismo de negociación con los países vecinos para resolver “los lógicos problemas que surgen porque cada uno defiende lo suyo”. Todo esto se ve expresado en la consolidación del mercado interno, en una mayor cantidad de exportaciones de origen industrial, en una mayor inclusión de sectores antes postergados de la posibilidad de consumo. Todo lo cual graficó diciendo que la Asignación Universal por hijo explica casi el uno por ciento del crecimiento del PBI constituyéndose en la medida de inclusión social de mayor eficiencia en América Latina.
Antes de finalizar el economista argumentó a favor del proyecto de ley de “Servicios Financieros para el desarrollo económico y social” que el diputado Carlos Heller presentó en la Cámara de Diputados, subrayando que “es necesario orientar el crédito bancario al sector productivo para garantizar que la economía siga creciendo, hay que poner regulaciones para la distribución geográfica más equitativa de las entidades bancarias, poner límites a las tasas de interés y regular más fuertemente el ingreso al mercado argentino de la banca extranjera porque algunos de los bancos que tienen sucursales en Argentina son más grandes que nuestra sistema financiero nacional y eso puede acarrear enormes daños a nuestra economía.
En relación a este punto dejó en claro que “regular este aspecto en Argentina significaría poder avanzar en el quiebre del modelo neoliberal y poder completar el medio vaso que resta por llenar”.
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