¿CRISTINA NO VA POR LA REELECCION?

La Flamante Ministra con uno de sus vestidos coloridos

Dice Tito: “Esta Mina me gusta”. “Siempre tiene el mismo vestido” le responde Ariel. “No boludo, no se del vestido, que se yo... yo te digo la mina, como cuadro” sigue Tito. “Y...si., de eso no hay duda. Por algo el Pingüino la puso a manejar a los milicos.... pero yo te digo lo del vestido porque es una cuestión de imagen” insiste Ariel. “No es el mismo vestido” salta Mariela que viene con las manos ocupadas en sendos vasos de jugo de naranja recién exprimida para apaciguar los 40 grados de sensación térmica de ayer en Junín. “Si el mismo” replica Ariel. “No, no..es del mismo estilo que tenía el otro día, cuando habló sobre lo de Villa Soldati, es con esa onda, pero el estampado es distinto” argumenta Mariela. “Es verdad” dice Nora, “Es otro el vestido”.

“Bueno, no se, pero es parecido, como siempre lo mismo y eso es malo” vuelve Ariel. “¿Malo para que?“, pregunta Tito. “Para la campaña, para instalarla como candidata” dice Ariel. Entonces, salto yo, que a esas alturas me había tomado de un solo trago el vaso de jugo de naranja helado y digo: “¿Te sumo al grupo de los que piensan que Nilda Garré va a ser la candidata que sucederá a Cristina en el 2015?” “¿Qué 2015?... yo digo ahora, para el 2011!!!..". concluyó Ariel.

Luego la charla continuó con un debate que se fue diluyendo en la medida que encarábamos la pileta cada 5 minutos y terminó por desbarrancarse cuando al jugo de naranja congelado le aderezamos una buena parte de cerveza (un 90% aproximadamente) para recibir el anochecer con mucha alegría. Pero el nudo central de la discusión pasaba por lo siguiente.

La creación de Ministerio de Seguridad y la estratégica ubicación de Nilda Garré al frente del mismo es una movida que, si sale bien, soluciona varios frentes y abre un escenario distinto para los próximos años, un cambio de paradigma en cuanto a como se deben solucionar los problemas de seguridad en una sociedad civilizada y moderna, que respeta las libertades individuales y los derechos humanos. Todo el tiempo los que defendemos el modelo hablamos de eso, pero llegó la hora de poner en práctica las herramientas para demostrarlo muy fehacientemente.

Desde el punto de vista de la Gestión, un estado que controla y previene sin apelar a la fuerza como primera línea. Un estado que investiga y combate el delito sin hacer inteligencia sobre ciudadanos libres sería lograr una utopía que muchos hemos atesorado por años.

Desde lo estrictamente político, la inseguridad es el comodín más utilizado por los monopolios de comunicación y por la oposición cada vez que el Gobierno Nacional acierta con alguna medida en cualquier orden. Si Nilda Garré lograra controlar eso, estaría quitándole a los opositores una de las principales herramientas con las cuales desgastan el proyecto político de Cristina Fernandez de Kirchner. Pero además estaría erigiéndose en una pre-candidata a algo, y a algo muy importante.

La idea de Ariel es que, si sale bien, y rápido, Nilda Garré es Candidata a Presidenta por el FPV en 2011 y que si sale bien pero más lento lo será en 2015.

La idea de todos los demás, menos de Mariela, es que Garré, si sale bien, es sucesora de Cristina en 2015. La idea de Mariela es que, si sale bien, y súper rápido, es una carta guardada en la manga que tendría Cristina para reemplazar a Scioli, llegado el caso que estuviera un poco confundido por junio. (como lo estuvo un par de meses antes de la muerte de Néstor)

Finalmente, mi idea es que, si sale bien, no importa si muy lento o muy rápido, Nilda sería una potencial sucesora de Cristina en 2015. Pero por que no darle cierto crédito a la idea de Ariel. La idea cuyo princuipal argumento es en un gobierno que nos acostumbró a dar fuertes golpes de efecto cada vez que se veía con alguna complicación y a conseguir logros que eran imposibles.

Todos los que, más o menos, creemos que Cristina esta bien a la altura de las responsabilidades y de los procesos históricos, damos por sentado que va por la reelección sin cuestionamientos, pero también sabemos que para terminar de consolidar un proyecto político Nacional y Popular no alcanzarían cuatro años más.

Pensar en un periodo de ocho años dividido en dos gestiones, que con los matices personales, respeten la idea fuerza, no es una locura, y al final, no importa quien lleve el palo, sino la bandera. Y quien dice que si todo sale bien, tengamos que pagarle a Ariel el asado que ayer apostamos contra su idea de Garré 2011.