LA IZQUIERDA CIEGA

Por Luis Gramuglia para El Parlante

En "Pagina 12" del domingo salió una nota titulada "Visión de izquierda" donde se incluyen declaraciones de Vilma Ripoll (MST), Vanina Biasi (PO), Andrea D´Atri (PTS), Liliana Olivero (IS) y Manuel Castañeira (Nuevo MAS) sobre el nuevo escenario político que emergió luego de la muerte del ex presidente Néstor Kirchner.

Ripoll intuye que a partir de ese deceso, el kirchnerismo "entra en su cuenta regresiva" y sostiene que, si bien Kirchner "supo leer el argentinazo de 2001 y recogió algunas de sus demandas" sólo hizo "cambios cosméticos y no estructurales·.

Entonces, propone ante este "mayor vacío político" elaborar "un nuevo proyecto de país y una nueva alternativa a tono con los cambios que vive Latinoamérica".

En este contexto dice que están en conversaciones con Proyecto Sur, "cuyo líder Pino Solanas es el mejor candidato para 2011 y el referente para lograr la mayor unidad" siempre y cuando logre despegarlo de sus socios del derechista Grupo A con quienes tiene tanta afinidad.

Recordemos que Ripoll se abrazó en 2008 con la Sociedad Rural Argentina cuando el Gran Traidor, Julio Cobos dio su voto "no positivo" e impidió que se aplicara la resolución 125.

Biasi, por su parte, afirma que quienes se beneficiaron con este modelo "buscan erigirse en sus garantes y ya recibieron para esto el apoyo de la Presidenta, como es el caso de la burocracia sindical".

Lamenta que la Presidenta haya decidido "gobernar reforzando" tal relación en lugar de "aliarse" a los trabajadores "contra los burócratas sindicales".

D´Atri, en tanto, afirma que el gobierno se apoya en sectores que "lo identifican con conquistas como el matrimonio igualitario o los juicios a algunos genocidas para dar cobijo en su seno a la desprestigiada cúpula sindical, los intendentes derechistas y los gobernadores "feudales".

Se trata de una política que está cruzada "por numerosos contradicciones que se harán sentir a la hora de lidiar con los reclamos obreros y populares".

El matrimonio igualitario fue una construcción transversal. Fue una iniciativa que el FPV apoyó en forma entusiasta pero que recibió la adhesión de colectivos que no pertenecen a esa fuerza.

En cuanto a los juicios por delitos de lesa humanidad, no reconocer lo que se ha hecho hasta ahora es una actitud mezquina, absolutamente desligada de la realidad.

Todas las organizaciones de derechos humanos reconocen los pasos que se han dado para enjuiciar a los represores.

Olivero, haciéndose eco del discurso de periodistas y políticos de la derecha reaccionaria habla de "la presidenta débil" que aparece en medio de un tironeo entre Scioli y los intendentes de un lado y del otro la CGT "o los patoteros de Pedraza".

Finalmente, Castañeira sostiene que desde el gobierno se dice que habrá de profundizarse "el proyecto progresista nacional y popular, pero eso dista mucho de la realidad, va en sentido contrario como demuestra el terrible asesinato de Mariano Ferreyra".

Ahora entiendo porque la llamada izquierda es ciega. Casi se podría asegurar que no entiende nada. Siempre está parada en la otra vereda en la que están las masas populares que en su gran mayoría siguen siendo peronistas.

Es una visión maniquea, negadora de las conquistas que se han alcanzado hasta ahora y que es preciso ahondar.

Este gobierno nacional y popular ha decidido confrontar con intereses sumamente poderosos que no en vano tratan de obstaculizar su gestión en el Congreso con diputados de la UCR, del PRO, de Proyecto Sur, del Socialismo, de la CC.

Todas esas dirigentes aludieron al asesinato de Ferreyra que mereció el repudio unánime del pueblo. Y está claro que no hay que condenar sólo a los ejecutores materiales sino a quienes lo instigaron. Y si Pedraza está involucrado ojalá se pudra en la cárcel.

Pero este trágico episodio no debe entorpecer una mirada más amplia, abarcativa sobre lo que está ocurriendo en nuestro país.

La izquierda, como ha sido tradicional por lo menos hasta aquí, sigue empeñada en constituirse en una vanguardia presuntamente iluminada que nos marcaría el camino hacia un destino tan utópico como inalcanzable.