Lucas Carrasco, Alfredo Leuco, Clarín, La Nación, interminable blogosfera y sorete Majul.

Si alguien me decía hace tan sólo 10 años atrás que una pelotudez grande como una casa podía ser tapa de Clarín y La Nación yo hubiera pensado que era imposible. Desde que se les salió la cadena a los dos matutinos no me sorprendería una columna de Guido Suller y Amigacho opinando sobre centrales termonucleares.

Es tan obvio que los dos diarios de mayor tirada son una tribuna patética de expresión de onomatopeyas (ya ideas no pueden anteponer) que no se han puesto colorados por salir en tapa con lo de Lucas. Por él, por Lucas, me alegro. Gracias a la publicidad que le hicieron gratis va a tener más visitas. Todos vamos a tener más visitas.

Lo de Leuco es tan pelotudo que no se puede describir. No le quedó ni una pizca de idiosincrasia provinciana o no nada de dignidad y se prestó a esta guevada. Pero con alguito de dignidad, sólo eso, no hubiera prestado la trucha para esta boludez.

Por último. Lucas le erró fiero en dos cosas. Porque si pensaba molestarse hasta Canal 26 para cargarse a Leuco, Pepe, el que se quería ganar a la minita y el otro muñeco “cara de otro” que tiene sentado en el mostrador horrible ahí, digo, ya que se tomaba la molestia de ir hasta ahí no se podía privar de, aunque sea, de pegarle una patada en el culo a Mauro Viale y al rubio cara de nabo que presenta noticias (Serenellin creo que se llama).

Por otro lado: ¿Tanto quilombo por esa mina?. No vale un mango loco!!! Y además, así estuviera más buena que comer pollo con la mano... me extraña Lucas... Así no!!! Nunca esa carta!!!

Para terminar. Nunca lo pude digerir al forro de Majul. Petiso boludo que no tiene convicción ni para tirarse un pedo sin obedecer a algún patrón. Pero con la que le mandó al Twitter a Lucas confirma que es un sorete con todas las letritas, así:

                                                MAJUL SORETE.

Gustavo Romans

Desde la inmensidad empobrecida de la Pampa Húmeda.