LA JUVENTUD PERONISTA, EN RESPUESTA A LA EDITORIAL DEL PERIODISTA Y PUBLICISTA OMAR BELLO PUBLICADA EL SABADO 14 DE AGOSTO Y TITULADA "ODIAR AL CAMPO" (LA NOTA COMPLETA ACA) REALIZA UNA ENERGICA RESPUESTA TOMANDO POSICION EN EL TEMA. LA COMPARTIMOS
Estimado Sr. Omar Bello:
Dejar pasar por alto los conceptos vertidos por usted en la nota “Odiar al campo” sería deshonesto de nuestra parte como militantes de la Juventud Peronista de Junín.
Seguramente, como buenos hijos/as del Peronismo que somos, creemos que “el verdadero desarrollo tiene que ver con las chimeneas humeantes de las fábricas y la producción de autos”, de esto no nos cabe dudas. Pero ello no significa que no acompañemos al campo, creemos que es uno de los sectores más importantes de nuestra economía y que desde ahí debemos realizar una estructura de fábricas e industrias para dotar de valor agregado a la materia producida (en nuestro rico y único suelo) y dejar de ser un país agro-exportador para pasar a ser un exportador de productos con mano de obra agregada.
En este contexto, también es bueno recordar que El Estatuto del Peón de Campo fue sancionado por Decreto-Ley N° 28.169, del 8 de octubre de 1944. La norma estableció por primera vez la aplicación de las normas laborales en la relación de trabajo rural: salarios mínimos, descanso dominical, vacaciones pagas, estabilidad, condiciones de abrigo, espacio e higiene en el alojamiento del trabajador. Tuvo gran importancia en las estancias, que se regulaban de acuerdo a antiguas prácticas semi-serviles y paternalistas que provenían de la era colonial.
Los autores fueron Tomás Jofré y el Coronel Perón cuando se desempeñaba como Secretario de Trabajo.
El Estatuto del Peón de Campo se complementó con la sanción de la Ley 13.020 de protección al trabajador de cosecha y obrero de temporada, y que estableció la Comisión Nacional de Trabajo Agrario, como instancia paritaria (sindicatos y empleadores). La legislación laboral para los trabajadores rurales, a su vez, abrió camino para la sindicalización de los mismos, que crearon en 1947 la Federación Argentina de Trabajadores Rurales y estibadores (FATRE), antecedente inmediato de la actual Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE).
Sin olvidar la política económica implementada a partir de la creación del IAPI (Instituto Argentino de Promoción del Intercambio). El organismo contaba con diversas funciones. En el plano comercial, se encargaba de comprar los cereales, carnes y derivados a los productores, para luego exportarlos. También cumplía funciones financieras, asignando fondos a ciertas reparticiones públicas, gobiernos provinciales e incluso al sector privado para la adquisición de bienes de capital. El IAPI regulaba de hecho el mercado interno en la medida en que sus decisiones afectaban diversos aspectos del sistema económico.
Hoy las retenciones que se aplican a ciertos granos, tienen que ver con la renta extraordinaria que viene recibiendo el sector agropecuario en los últimos 7 años por lo menos. Sin dudas que la soja no es un “yuyo”, es nuestra principal materia prima exportada, pero también habría que decir que nos estamos convirtiendo en un país de monocultivo y que los campos cultivados con soja sufren una erosión del suelo con consecuencias nefastas; por lo tanto, uno de los objetivos de las retenciones es buscar que los productores vuelvan a sembrar maíz, trigo, etc. y no sólo soja.
Imagine por un instante que el dólar en Argentina, en vez de valer casi $4 ronde el $1,2 o $1,3; usted cree ¿que el sector agropecuario tendría las rentas extraordinarias que tiene?¿Que habría cosechas records? ¿que el mundo compraría nuestros granos? NO! ¿Y quienes soportan este precio del dólar? Los más pobres (que muchas veces coincide con la peonada rural), los que compran la leche, el pan, etc, etc. Y son ellos quienes mayor esfuerzo hacen por el país, soportando esta política cambiaria. De allí uno de los argumentos que sustentan las retenciones a las exportaciones.
Tal vez Ud. exagera al decir que “el campo es un reducto de oligarcas que azotan a sus peones con látigos y los obligan a trabajar dieciséis horas al sol”, pero no hace mucho tiempo (en una excelente clase de democracia) el dirigente rural, Alfredo De Ángeli dijo: “Hay que juntar a los empleados en las estancias, subirlos a la camioneta y decirles a quién hay que votar”. Por supuesto que no se preocupó en ese entonces (hoy tampoco) en que el sector rural tiene un índice del 75% de trabajadores no registrados (en negro) y que, mucho menos, llegan a cobrar el salario mínimo vital y móvil.
"Vamos por todo", "Hay que disolver el Congreso", dijeron los ruralistas Alfredo De Angeli y Ricardo Buryaile.
Las retenciones tienen la lógica de un Estado que recauda para poder distribuir mejor. Como ha señalado el gobierno, en los últimos años se invirtieron 3.600 millones de dólares en obras hídricas para recuperar 8 millones de hectáreas para cultivo que han quintuplicado su valor inmobiliario.
El gasoil esta subsidiado para el campo y también el sector lechero y el gobierno mantiene un dólar alto para que el campo sea competitivo a nivel internacional. Si el gobierno no tratara de regular las exportaciones y suspendiera los subsidios al campo el kilo de pan, el tomate o la leche costarían cuatro veces más.
El Estado en cualquier país del mundo ordena su economía. En Chile, una de las economías más liberales de la región, el Estado se apropia del 100% de la renta total del cobre y lo exporta en forma directa ya que considera que es un recurso estratégico, lo hace hoy Venezuela con su petróleo también.
Pero si todos estos argumentos a usted no le alcanzan para aceptar nuestra posición, podemos decirle que estamos orgullosos de ser Peronistas, orgullosos de defender un Gobierno que tiene un proyecto de país a futuro, que administra el Estado con las tres Banderas históricas del Peronismo:
Soberanía Política: desendeudamiento nacional mediante el pago en tiempo y forma de las obligaciones internacionales, lo que implica que ningún país extranjero tiene derecho a intervenir en nuestros asuntos.
Independencia Económica: eliminando el antiguo sistema de las AFJP, estatizándolas, incorporando 2.500.000 de nuevos jubilados al sistema.
Justicia Social: Asignación Universal por Hijo.
Entre otras medidas podemos enunciar, los juicios a los represores genocidas de la última dictadura militar, la participación en la UNASUR, las relaciones con nuestros países hermanos de Latinoamérica, el Matrimonio Igualitario, la Ley de Servicios Audiovisuales, y cada vez mas comprometidos con un modelo que debemos profundizar y mejorar, y por el cual estamos dispuestos a luchar y defender.
No odiamos al campo, queremos un sector agropecuario fuerte y pujante como siempre lo ha sido.
Trabajamos por un país más justo, con inclusión social, con igualdad de oportunidades y soberanía política.
Gracias por dejarnos expresar libremente.
JUVENTUD PERONISTA JUNIN
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