Hace unos días me encontré con La Negra Avellaneda (Karina), una amiga de la adolescencia que siempre recordé por la sensación de intransigente que inspiraba. Era perfecta. Linda, inteligente, un cuerpazo, estudiaba mucho, bailaba muy bien y buscaba a un verdadero príncipe azul. Siempre imaginé que ese tipo que eligiera debía ser una especie de súper hombre. Romántico, inteligente, fiel, buen mozo, musculoso, cariñoso, y todos los etcéteras que las mujeres sabrán.
La encontré a Karina, sonriente como siempre y con 23 años más. Sigue siendo una hermosa mujer que transmite la misma intransigencia que antes.
La encontré a Karina, sonriente como siempre y con 23 años más. Sigue siendo una hermosa mujer que transmite la misma intransigencia que antes.
¿Te acordás de mi príncipe azul?... Bueno... no lo encontré, o mejor dicho, casi no tuve tiempo de buscarlo. Al tiempo de terminar la secundaria quedé embarazada del flaco Caviglia, ¿Te acordás?, y bueno... nos casamos y empezamos un periplo de quilombos que no te imaginas! El flaco sin laburo, yo con pérdidas, mis viejos rabiosos... un despelote bárbaro. Pero bueno... acá estamos che... tengo tres pibes y sigo con el flaco, que resultó ser un fenómeno. No es ni en pedo el príncipe azul eh!!! Pero como me enamoré de ese flaco vago!!!.
Charlamos un rato más de otras cosas y de mi. Nos saludamos y nos prometimos el clásico “dale, nos vemos”.
Cuando volví a mis cosas lo primero que pensé fue: “Que hijo de puta el Flaco Caviglia, mira la mina que se terminó ganando.... La negra Avellaneda.”, y después pensé algunas cosas más de “sana envidia” y “puteadas de onda”.
Al final no pude evitar comparar la idealización adolescente de Karina con la idealización adolescente de un gran arco opositor “seudo progre”, y de toda la ultra izquierda sobre temas de luchas históricas.
Al final no pude evitar comparar la idealización adolescente de Karina con la idealización adolescente de un gran arco opositor “seudo progre”, y de toda la ultra izquierda sobre temas de luchas históricas.
¿Como ha sido que ese conjunto de militantes y dirigentes se han ido transformando en una minoría cada vez más encapsulada por no entregar su príncipe azul?.
Pienso que La Negra, por casualidad quizá, pudo resolver mucho mejor y construir una vida feliz peleando las dificultades con herramientas al alcance de su mano, aún cuando no fueran del todo eficientes, pero si reales.
Pienso que idealización han construido esos genuinos militantes que, cuando declamaban la unidad de Latinoamérica, por caso, quizá imaginaban a un ejercito popular invadiendo a EEUU.
Pienso que esa unidad latinoamericana tan deseada por todo, a lo mejor, es así, con Chávez y su campera multicolor cerrando acuerdos de Paz con un Santos de ideología derechosa. O con un Evo Morales con sus atuendos tradicionales charlando con Lula Da Silva, aún cuando no haya podido generar avances en el tema de derechos humanos. O con Lugo y las sospechas de varios hijos no reconocidos, fundiéndose en un abrazo con una coqueta Cristina que no se disfraza de pobre pero tiene la voluntad política de llevar adelante la Asignación Universal por Hijo. Por ahí el flaco Caviglia viene a ser una especie de Piñera, que no termina de cerrarle a nadie, pero que ahí está, rodeado de presidentes latinos que están logrando, como se puede y con lo que se tiene a mano “esta” unión latinoamericana.
Por ahí, en los genes de Néstor Kirchner hay algo de la personalidad del Flaco Caviglia y la Negra Avellaneda, que supieron afrontar los problemas con herramientas reales y no quedarse cómodamente instalados en un sillón confortable de acusación permanente y de perfección absoluta.
1 comentario:
Muy de acuerdo con lo que escribís.
Tanto Cristina F como Néstor K son militantes que han llegado al poder, no simplemente "políticos".
Eso marca diferencias, no administran, gobiernan.
Saludos
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