7/6/10

Vencedores vencidos



Las internas de la UCR dejan algunos análisis para hacer respecto de pasados, presentes y futuros. Sobre lo que significa ganar o perder. Sobre vencedores y vencidos.
Contradiciendo los “datos oficiales” aportados por los partidarios de la lista 15 y publicados por algunos medios como verdad revelada, los resultados finales en Junín fueron: 74,3% para la propuesta encabezada por Silvio Scasso y 25,7% para la alternativa que proponía Julio Ginzo. Estos números son inapelables. Es un amplio triunfo del “meonismo”, aplastante y sin ningún lugar a dudas.


Matemáticas y política.
Una mirada, estrictamente matemática, de este resultado es la que sostiene que sólo el 21,6%, del padrón habilitado a votar, participó de la interna en Junín, y que sólo el 15,6% de los radicales decidió que quien conduzca localmente la UCR sea Scasso. Aún así, nada dice la Carta Orgánica del centenario partido sobre la cantidad de votantes y las elecciones son tan legítimas como la lista ganadora.
Otro análisis más político permite profundizar sobre la cantera de votos que tiene el referente indiscutido del espacio ganador. Mucho se ha hablado sobre la cantidad de empleados municipales en la gestión Meóni, incluso hasta en los últimos días un representante de los trabajadores municipales admitió con naturalidad que ir a votar por la lista del Intendente era una “devolución de favores”. También se habló mucho sobre la cantidad de personas que tienen relación de dependencia en la UNNOBA.
1095 votos es muy poco para semejante aparato. Y cuando además se lo compara con los 379 votos que Ginzo sacó con sólo una pauta, que no llega a los $5000, en Canal 10 (ni siquiera se pudo concretar la visita de Alfonsín), y que fueron holgadamente suficientes como para alzarse con la minoría (que el “meonísmo” apostaba que no llegaba) se reducen mucho más.

Si profundizamos más sobre las alianzas previas, no sería mala idea preguntarse si el puñado de radicales que resistió en los peores momentos, y hasta compitió con la histórica lista 3, (ante la mirada burlona de quienes abandonaron al partido), no claudicó dándole la espalda a quienes nunca se fueron. Creo que sin que se modificara demasiado la foto final, el sector de Laura Esper equivocó el rumbo esta vez. Al final todos dicen que “ganó el meonismo”. Eso es una pequeña derrota.

Cuarta a fondo
Hay una derrota de Mario Meóni que es tan indiscutible como el triunfo de Silvio Scasso en Junín y es el aplastante triunfo de Alfonsín en la Cuarta Sección Electoral donde, de los casi 13.000 radicales que concurrieron a votar, Alfonsín se llevó el 63% de los sufragios. Dos datos revelan que Meóni era el “armador” de la Cuarta en esta interna: Una fuente ligada a Moreau asegura que “Esperábamos más de secciones como la Cuarta y la Segunda por Cachi (Gutiérrez de Pergamino) y por Meóni que son fuertes ahí, ni hablar de Daniel (Katz) que perdió en Mar del Plata por 500 votos, pero ninguno nos aportó nada” . Otra fuente asegura que alrededor de las 19:30 horas el intendente Meóni, cuando ya tenía tendencias claras en la sección de la cual era el responsable, recibió un llamado de Cobos y evitó darle la mala noticia para solo decirle que “Acá estamos ganando por más de 1000 votos Julio” (sólo por Junín), cuando en realidad la diferencia final fueron 716.
Vale decir que quien metió “Cuarta” a fondo y arrasó con los votos no fue el jefe político de Meóni, sino el hijo del ex presidente.

Vencedores vencidos.
Sin dudas el gran perdedor de la interna Radical fue Cobos. Fiel a su estilo de tibieza política (recordemos que en la famosa noche de su decisión en la 125 optó por su “célebre” frase “mi voto no es positivo” en lugar de decir mi voto es negativo), el hasta ayer jefe de la oposición, en funciones de Vicepresidente, jugó escondido en esta interna, pero apostando fuerte a operadores como Moreau, Nosiglia, Storani, Meóni, Gutiérrez y Katz entre otros.
Desde hace más de 20 días la suerte estaba echada y las encuestas daban una paridad con leve ventaja para Alfonsín. Por una obvia incompatibilidad de funciones Cobos no pudo utilizar como otras veces al grupo Clarín, su principal aliado, para publicitar su imagen, pero al menos logró que el monopolio invisibilizara un poco a “Ricardito”, cosa que este último suplió al estilo de su padre (arriba de un auto visitando dos o tres pueblos y ciudades por día).
Novedad Nº 1: Se puede ganar una elección sin deberle favores al monopolio.
Novedad Nº 2: La pampa húmeda sojera que emocionada aplaudía el patriotismo de Cobos y de Intendentes como Meóni no los acompañó con el voto.

Lo que hay que celebrar sin dudas es que un partido como la UCR haya tenido (a pesar del escaso 19% del padrón que concurrió a votar) una jornada de democracia, frase que como siempre suena demagógica, pongo al final. Y esa democracia es lo que alienta esperanzas hacia el futuro. Es bueno que los partidos políticos tengan como dirigentes máximos a referentes que no son tibios, ni cambian de barco ante la mínima amenaza de tempestad.

Para el futuro, muchos dirigentes como Mario Meóni, deberían cambiar el médico que los asesora. Ese médico que les juró que Kirchner estaba recontra muerto y que les auguró la vida eterna de Julio Cesar Cleto Cobos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

si vas llevando el curriculum al bar tribunales, por ahi te toman de mozo otra ves , ahoras que te quedas sin trabajo !!!!!!!!