En estos días de agitado trajinar político en el Congreso Nacional, donde un todo ficticio quiere correr a empujones el rumbo de un país, que desde el 2003 decidió algunas cosas importantes y que trata de avanzar en un sentido más progresista con reformas y propuestas y con los errores propios.
En estos tiempos donde parece que todo se mezclara y que el único mensaje válido es el de oponerse. En esta época de intereses mediáticos amenazados, donde el Clarín resuena multiplicado por 264 frecuencias de radio y televisión, ocultando cosas, tergiversando otras y promocionando algunas más... La verdad aparece. Con tremendo trabajo por ocupar un lugar, la verdad está ahí, como la flor para “darnos su escándalo”, como canta León Greco.
Esta vez, aparece diminuta, en blogs, en remotos diarios digitales, en semanarios de baja tirada, circula por mail, se comenta boca a boca. Va lenta, pero infalible.
La verdad habla. Nos dice cosas, nos ayuda a generar juicio crítico, a jerarquizar nuestro pensamiento, a solidificar ideas y convicciones y a echar por tierra los inventos y la cuestión efímera de que las ideologías han muerto.
Oscar Aguad, actual Jefe del Bloque de Diputados nacionales de la UCR queda expuesto esta vez. La Justicia de Correntina confirmó el procesamiento del diputado por la causa en la que se investiga la toma de un crédito por 60 millones de dólares estando al frente de la Municipalidad de Corrientes.
Esa verdad nos vomita en la cara, la verdadera historía de este rejunte parlamentarista que intenta oponerse a los avances de los trabajadores, de los sectores sociales más vulnerables y a los sectores productivos comprometidos con la patria.
La coincidencia en oponerse, no es casual que la encarnen Aguad, Morales, Menem, Duhalde, Reutemann, Rodriguez Saá, Carrió, Solá, Romero, Cobos, De Narváez, Macri, Maria Eugenia Estensoro. Ellos son representantes de un sector dominante que siente a los trabajadores y al pueblo como un gasto. Son las voces que salen todos los días por la televisión, por las radios y en los diarios a machacar sobre la “opinión pública” el mensaje que le mandan a decir esos intereses. Para ellos existen estas verdades (como la de Aguad), que sirven como para que la gente se pregunte cosas.
Otras verdades vendrán. Algunas tan sencillas como esta. Otras, que tardarán más pero serán más profundas. Cuando Cobos se dijo a si mismo "que la historia me juzgue", pensaba en una historia escrita por Morales Solá, por gustavo Silvestre, por Longobardi. Por eso se entregó a la justicia de la historia. Pero hay otros quemiramos y tomamos nota de la historia y cuando pase un tiempo y miremos la historia de estos días, esos “alcahuetes” van a figurar como cómplices. Lo que es mucho peor es que Giustiniani, Solanas, Tumini, Lozano, Rudnik, Alcira Argumedo, Caballos y otros tantos más que hacen la vista gorda por unos minutitos de televisión, van a ser desnudados como los idiotas útiles que legitimaron a los poderes dominantes en su avanzada contra los trabajadores.
A eso me suena la frase de Juan José cuando la pronuncia. En que hay cosas que no vamos a ver, pero que van a suceder.
Gustavo Romans
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