4/10/09

SE PUEDE Y NO SE PUEDE

Mi amiga Maria Bambara compartíì este artículo escrito por Raúl Degrossi, director general de la Dirección de Asuntos Jurídicos, Santa Fe y autor del libro "Nuevo Diccionario Político Argentino" que es muy revelador en terminos de con que vara se miden las cosas según convenga a quien.

Se puede criticar al gobierno, a un presidente (a cualquier presidente) , a los funcionarios, a los jueces, a los empresarios, a los sindicalistas y hasta al Papa, porque eso es libertad de expresión.
No se puede cuestionar un artículo, una nota, un editorial, a un periodista o la orientación de un medio de comunicación, porque eso es censura.

Se puede mostrar a personas desnudas en el cine, en teatro, en televisión e Internet, aunque sean de menores de edad y esté penado por las leyes, o vaya en contra de sus derechos.
No se puede mostrar el rostro del principal ejecutivo del Grupo Clarín, porque eso es un ataque a la libertad de prensa, abusando de una persona enferma.

Se puede conocer el patrimonio de los funcionarios públicos, desde la Presidenta para abajo, accediendo por Internet a sus declaraciones juradas.
No se puede conocer en detalle quienes son los verdaderos propietarios de algunos medios de comunicación, o cuanto ganan mensualmente algunos periodistas estrella de la radio y la televisión que pontifican sobre la honestidad, la ética y la transparencia.

Se puede conocer en cuanto se han enriquecido los funcionarios públicos durante el ejercicio de sus funciones, analizar si lo han hecho en forma ilícita a partir de sus ingresos declarados, y hasta llevarlos a juicio si se presume que lo han hecho en forma ilícita.
No se puede saber a ciencia cierta cuánto dinero facturan los grandes grupos económicos que dominan el negocio de la comunicación, si pagan regularmente los (pocos) impuestos que les corresponden, y si han declarado al fisco todos sus activos en el exterior.

Se puede echar sombra sobre la honestidad de los legisladores que votan de un determinado modo en el Congreso, si el sentido de su voto (aunque haya sido negativo) favorece la sanción de una iniciativa promovida por el gobierno.
No se puede ni siquiera dudar en público o por escrito de los motivos que convencieron a los legisladores de votar la ley de protección de empresas culturales, que salvó de la quiebra a un connotado grupo de multimedios, o a un presidente de disponer por decreto la pesificación de deudas en dólares que licuó los pasivos de ése mismo grupo.

Se puede conocer en detalle la lista de los periodistas perseguidos, secuestrados, torturados, desaparecidos o muertos por la última dictadura militar.
No se puede conocer la lista de los periodistas que durante años obtuvieron el beneficio de gozar de jugosos sobresueldos pagados con fondos reservados de la SIDE, para elogiar al gobierno de turno, u ocultar sus errores y corruptelas.

Se puede intentar la búsqueda de la verdad histórica y la justicia por los horrores de la dictadura, venciendo todo tipo de obstáculos, y permitir que más de cien chicos conozcan su verdadera identidad.
No se puede saber a ciencia cierta si los hijos adoptivos de Ernestina Herrera de Noble son o no hijos de desaparecidos ilegítimamente apropiados.

Se puede conocer hasta el más mínimo detalle de las quejas y reclamos al gobierno de la Mesa de Enlace, la UIA, la Unión Industrial, los bancos o cualquier otro grupo de presión, incluso hasta de origen sindical según quien sea el que lo formule, porque son legítimas demandas de la sociedad.
No se puede saber en qué condiciones trabajan los empleados de los medios de comunicación, si sus patrones respetan las leyes laborales, si han sido justamente despedidos cuando lo son, si se les pagan las indemnizaciones o se les otorgan aumentos de sueldo o los reclaman, porque ninguna información sobre eso circula en los medios de comunicación.

Se pueden invocar todos los pactos y tratados internacionales de derechos humanos para defender nuestros derechos, incorporarlos a la Constitución Nacional para darles más valor y, en base a ellos, derribar las leyes que construyeron un muro de impunidad para los crímenes de la dictadura.
No se puede aplicar, invocar, legislar ni reglamentar el derecho de réplica que esos mismos pactos consagran, porque es considerado atentatorio de la libertad de expresión.

Se puede investigar a fondo cómo una empresa, un negocio o un servicio son privatizados o concedidos, o vuelven a la órbita del Estado, quienes y en que condiciones los compraron o vendieron, cuanto pagaron o les pagaron por hacerlo.
No se puede saber con detalle en que condiciones los dos principales diarios del país obtuvieron de la dictadura el control monopólico de la mayor proveedora de papel para impresión del país, y en que condiciones lo venden al resto de los diarios aprovechando esa condición dominante.

Se pueden utilizar los medios para insultar, agredir, descalificar, injuriar, mentir, ocultar, extorsionar, operar para obtener una medida del gobierno o para impedirla, todo claro está adornado con el bello nombre de la libertad de prensa.
No se puede usar la palabra Clarín en un blog.

Se puede cuestionar, discutir, debatir y poner en tela de juicio todas y cada una de las decisiones de éste gobierno y de todos los anteriores y los que lo sucederán, criticando su oportunidad, su acierto, sus intenciones, sus contenidos y sus resultados.
No se puede discutir, en democracia y por el Congreso, una ley que reglamente el funcionamiento de los medios de comunicación audiovisual, porque es un intento despótico de controlar al periodismo independiente.
Viendo todo lo que se puede y lo que no se puede hacer me pregunto: ¿por qué razón siguen llamando al periodismo, la prensa o los medios de comunicación “el cuarto poder”?¿Cuáles son los otros tres que están por encima de ellos?

4 comentarios:

grace dijo...

¿La Iglesia, el Campo y la patria financiera? Digo, los tres poderes que están sobre, encima, por arriba, pisando al cuarto poder...

Julian Matas dijo...

Muchas incongruencias, sobretodo en la parte que hace referencia a las actividades de los políticos en comparación con la de los empresarios de los medios de comunicación, es decir, obviamente que hay que saber publicamente y, de ser necesario, juzgar y castigar a los políticos corruptos ya que ellos desmpeñan sus funciones en la actuvidad publica, es decir, le pagamos el sueldo todos nosotros con los impuestos. Ahora bien, si Magnetto, De Narvaez, Vila, Manzano, etc.. se enriquecen o cobran sueldos estratosferico, o no se quieren mostrar estan en su derecho, porque son personas que se desempeñan en el ambito privado y por lo tanto estan en el derecho de exigir privacidad. Los presidentes, gobernadores, intendentes, legisladores juran desempeñar sus funciones por Dios y la Patria, y la patria somos todos los que le pagamos sus sueldos. Yo a Clarin no le doy de comer, no compro su diario, no escucho su radio, no veo sus canales, con lo cual, la plata que gananno es mia, pero si le doy de comer a la Presidenta y su séquito y por esome quejo y me da bronca.
En definitiva, hay algunos puntos del escrito que no tienen ningun asidero y son solo para sesgar la información... uh, que casualidad, lo mismo que critican los K

Anónimo dijo...

Estimado Julian. No voy a polemizar, pero los empresarios todos y especialmente de esta magnitud deben presentar sus DDJJ de ganancias o bienes personales como corresponde. En el caso particular de De Narvaéz, además es público hace más de 4 años (desde que tiene cargos públicos) Tiene la obligación de presentarla. No lo hizo nunca. La decñaración de Bienes (le confesó a Fontevechia de Noticias) que tenía un buen estudio contable que había logrado poner sus bienes de tal manera que sólo abonaba 80.000 pesos por año. Una verguenza.
Despues, si los Kirchner quieren o no manejar la información es otro tema. Si lo quisieran con lña actual ley lo harían y listo. Así que veremos que pasa. Además, hasta que la ley esté reglamentada y entre en vigencia ya va a estar gobernando Cobos, así que quedate tranquilo que van a seguir haciendote el bocho.
Rodrigo Marcachio

Anónimo dijo...

Estimado Rodrigo: yo tampoco quiero polemizar al respecto, pero tengo que decirte que tenes razón, De Narvaez debe presentar sus DDJJ como corresponde a todos aquellos que son funcionarios publicos, sino lo ha hecho, hay una oficina Anticorrupción que debe actuar, pero... espera... ahora que recuerdo, esa departición esta casi cerrada por este gobierno, no me voy a poner a explicar cuales pueden ser sus razones, pero imginatelas. No quiero que te confundas, no apoyo a ninguno de los empresarios de los medios, es mas, me repugnan, pero mas repugnante aun es que un gobierno haga uso de su poder para poder ganar una batalla (declarada públicamente) contra un grupo multimedio, basandose en que hay que cambiar una ley porque es de la dictadura y no se que otras cosas (puestos a cambiar leyes de la dictadura que las cambien todas, incluida la de los Derechos de Exportación, pero para.. a ver.., no esa no porque nos sirve), eso es lo que yo critico de la actitud de este gobierno. Y te aclaro que nadie me llena el bocho, se discernir y me considero mi propio formador de opinión, al igual que vos, supongo. Yo no considero que Pagina 12 y canal 7 te llenen el bocho a vos y te hacen ver a este gobierno como el mejor de la democracia argentina, me explico?
Saludos
Julian Matas