No se si es un buen momento para escribir porque estoy
sobrepasado por sentimientos que tienen que ver con todo el arco posible, y voy
del amor a la bronca de una manera tan vertiginosa que me produce náuseas.
Por otra parte escribir en este estado es escribir con el
corazón en la mano si es que uno puede adjudicarle al corazón la capacidad de
sentir y de pensar. Hoy se la voy a adjudicar porque significará compartir la
desazón que me produce ver que por obra y gracia de un poder monárquico como el
judicial, complaciente culo con argoya, se ningunea la Letra Suprema de un
Estado que la había recuperado y ampliado.
Mirá Cristina, la verdad es que después de Duhalde,
pensaba yo, no podía venir nada mejor y lo que es más fulero, nada peor. Menos
un tipo puesto por el.
No quiero ser extenso respecto de mi conversión al
kirchnerismo pero comenzó el día que se descolgaron los cuadros de los
genocidas.
A partir de allí comencé a ver un gobierno que recuperaba
el estado, la política y la militancia. Vi que los ministros eran ministros y
no las estrellas ya que la Gran Estrella volvía a ser la política.
Es largo, tedioso y repetitivo enumerar los logros de
estos doce años pero fueron tantos que a pesar de haber sido el proyecto más
“limado” de la historia Argentina, luego de tantos años se alzó con el cuarenta
y nueve por ciento de los votos.
Vamos a extrañarte mucho Cristina, te vas dando un último
ejemplo de dignidad. Vamos a extrañar tu oratoria brillante que por no poder
ser igualada fue permanentemente vituperada, vamos a extrañar tu presencia
provocadora e insolente, tu diálogo verbal y gestual, tu comunicación
permanente con el pueblo, con nosotros.
Mañana asume la derecha neoliberal de la misma manera que
lo hizo siempre, cagándose en la constitución, y eso, le pongan el título que
le pongan se llama golpe, como siempre.
Marcos Jaureguizar
DNI 16415326
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