Marcos Jaureguizar es mi médico. Ya con eso se ganó un lugar en la historia. Me aguanta, me soporta, me aconseja. Hace todo lo que hace un buen médico, pero además es un gran tipo. Por eso es mi amigo.
El fue al colegio Normal de Junín. Allí hizo su secundario. El Colegio que el otro día cumplió 100 años.
Este Marcos... Siempre tan, tan, tan.... que le interesa que la gente piense, que reflexione.... que se yo... Tipo raro Marcos. En fin.
Las autoridades del colegio lo eligieron como ex alumno para dar un discurso en el acto de los 100 años que se realizó el pasado 19 de octubre. Pero.... ¿saben que? Marcos no habló. ¿Porque no quiso? NO!!! A Marcos le encanta hablar y en particular de cosas que quiere, como su colegio.
Mejor que cuente el mismo, a través de la transcripción del mail que me pasó:
Gustavo, te mando el texto que iba a leer en el Acto por los 100 Años de la Escuela Normal. Me invitaron a hacer el discurso como ex alumno pero una vez que lo leyeron me parece que no fue lo que esperaban por lo que aquí estoy enviándotelo para colgarlo en tu blog y así rendir homenaje a la Escuela. Lo que soy es fruto de todo lo que pasó por mi vida y la escuela es una parte muy importante. Va mi homenaje.
Junín, 19 de Octubre de 2013
Como primera cuestión
quiero agradecer a las autoridades de la escuela que pensaron que podía decir
algo significativo como ex alumno en este festejo por los 100 años de esta
institución.
El problema que tuve
al pensar que iba a decir no radicó justamente en las palabras sino en qué
lugar me debería poner para decirlas.
Soy papá de cuatro
hijos, tres de ellos todavía en el secundario y me pareció que el mejor lugar
era ese, es decir, ver la escuela hoy
respecto de la escuela a la cual fui, no
desde lo edilicio, administrativo, calidad de los docentes, cantidad de
contenidos curriculares sino desde la calidad de lo aprendido, o mejor aún, de
la postura filosófico-ideológica de lo que nos enseñaron.
Las ciencias duras
progresan respecto del conocimiento y comprensión de los procesos y que en
líneas generales no dependen de quién los enuncie y en qué momento histórico
las diga.
Las ciencias sociales,
en cambio, están impregnadas de interpretaciones no solo del docente que las
enseña sino de la definición sobre la historia, la libertad, el discenso, que
tiene el sistema que contiene a ese docente, llámese dirección de la escuela o
ministerio de educación, provincial en la actualidad y nacional en el momento
en que estaba cursando el secundario en la escuela Normal.
Antes de seguir,
quisiera decir mi opinión respecto de la provincialización de la educación
durante la década del 90. Estoy convencido que fue un tremendo retroceso por
muchos motivos, el más importante de todos fue el vaciamiento del estado
nacional como coordinador de la política educativa, además de otros
vaciamientos. Dejar a las provincias sin presupuesto, o mejor dicho, con sus
propios presupuestos, fue acentuar aún más las diferencias entre provincias
ricas y pobres. La otra cuestión es que la ausencia de un estado nacional que
se comporte como rector de las políticas educativas permitió y permite que las
provincias rechacen, abiertamente o solapadamente programas nacionales como por
ejemplo el de Educación Sexual Integral, Construcción de ciudadanía, etc. Es
probable que dichos programas figuren en las escuelas pero también es verdad
que en no pocas provincias esos programas, que permiten decidir en definitiva
sobre la posibilidad de no embarazarse, de cuidarse de las enfermedades de transmisión
sexual, de cómo protegerse de la violencia de género, de que proceso se debería
tener in mente para decidir como ciudadanos estén a contramano del planteo
filosófico-ideológico del ministerio de educación de dicha provincia por lo que
no sean desarrollados.
Este párrafo quiere
decir, extraño las escuelas comerciales, normales, nacionales e industriales,
no solo porque fui a una de ellas, sino por lo que representaban.
Volviendo al tema de
las Ciencias Sociales creo que es allí donde se operó la mayor transformación
del sistema educativo.
Se que hay muchas
críticas al planteo de la escuela de hoy, sin embargo dos cosas me parecen
absolutamente destacables, el planteo serio de inclusión y el desarrollo teórico de un nuevo concepto
histórico que engloba y replantea la
enseñanza de Política y Ciudadanía.
Las preguntas siempre definen las respuestas y
una buena respuesta siempre proviene de
una mejor pregunta.
Esto que voy a leer
textual es del el libro de Política y Ciudadanía, de Paola Carina De Luca y
colaboradores, de Editorial Santillana, 2011, que está usando Carolina mi hija de 17 años y que resume, para mí, el
cambio que se operó en este tiempo desde que terminé la escuela a la actualidad.
Estas preguntan
corresponden a los capítulos 16, Dictadura y Derechos Humanos y 18,
Discriminación y vulneración de los derechos.
Con qué fin considerás que se creó la Escuela
de las Américas?
Qué características tiene el terrorismo de estado?
Quiénes eran y dónde se encontraban los
enemigos según los gobiernos militares? Por qué motivos los consideraban enemigos?
Explicá las características del terrorismo de
estad o?
Explicá las relaciones entre: movimientos
sociales y dictaduras latinoamericanas; el Plan Cóndor y el Terrorismo de
estado. Conversá con tus compañeros y compañeras: se trató de una relación
necesaria y naturalmente dada o de una decisión política?
Explicá la relación entre prejuicio,
estereotipo y discriminación.
Por qué el prejuicio y la discriminación
expresan relaciones de poder?
Por qué se afirma que las prácticas sociales
discriminatorias no se explican por ninguna característica que posea la víctima
de dichas prácticas, sino por el individuo, grupo social o Estado que la lleva a
cabo?
Estas preguntas, como
siempre pasa en los textos escolares, generan respuestas que están contenidas
en dicho texto y que solo al escucharlas se pueden deducir desde nuestro lugar
de personas históricas cuales serán las respuestas y en qué sentido crítico van
orientadas.
Algunos podrán decir
que hacer estas preguntas y esas respuestas en el momento en que yo hice mi
secundario, era firmar, al menos la expulsión del sistema educativo aunque la
detención-tortura y desaparición seguro sería el camino.
Yo digo que ese
razonamiento fue cierto y que el terror oficia como disciplinador para acallar
cualquier voz de discenso; pero también
digo que miles de estudiantes y docentes desafiaron ese terror en pos de un
ideal de estado y de sociedad muy distinto al estado que se impuso donde no
solo se eliminó una generación que deseaba otro país sino que se robó y se
entregó nuestra Nación a los intereses económicos que aun hoy siguen saqueando
los países.
He aquí por fin el
objeto o mejor dicho el sujeto de tantas palabras, por fin el homenaje de mi
discurso, a los que dieron su vida, su historia, sus miedos para que hoy mis
hijos puedan preguntar y preguntarse sin pánico de ser castigados, reprimidos.
Y a este homenaje le
voy a poner nombres y apellidos de alumnos
que pasaron por esta escuela pensando y haciendo cosas para hacer un
país más justo, solidario y equitativo.
Este es mi homenaje a
Walter Prieto desaparecido el 19 de Agosto de 1977 a los 26 años, Eduardo
Emilio Franco, Lalo, asesinado junto con su esposa Alicia y su bebe de 8 meses
el 20 de Abril de 1977, a los 23 años y Azucena (Susana) Buono asesinada en febrero de 1977 a los 24 años.
El domingo es el día
de la madre, si bien es verdad que todos los días son el día de la madre,
mañana se festeja porque debe haber un día para festejar la vida, mi homenaje
también a esas Madres que hoy siguen luchando por encontrar a sus hijos y
mantener vivos sus ideales.
Voy a leer el poema
que Alejandro Almeida le escribió a su madre Tati Almeida a los 20 años, ya que nació el 17 de febrero de 1955 y
desapareció el 17 de junio de 1975. Este poema fue escrito el 17 de febrero por
un casi adolecente de 20 años que ya tenía mucho escrito y mucho vivido y
participado en este ideal que planteaba
antes.
“Si la muerte
me sorprende
lejos de tu vientre,
porque para vos
los tres seguimos en él,
si me sorprende
lejos de tus caricias
que tanto me hacen falta,
si la muerte
me abrazara fuerte
como recompensa
por haber querido
la libertad,
y tus abrazos entonces
sólo envuelven recuerdos,
llantos y consejos
que no quise seguir,
quisiera decirte mamá
que parte de lo que fui
lo vas a encontrar
en mis compañeros.
La cita de control,
la última,
se la llevaron ellos,
los caídos, nuestros caídos,
mi control, nuestro control
está en el cielo,
y nos está esperando.
Si la muerte me sorprende
de esta forma tan amarga,
pero honesta,
si no me da tiempo
a un último grito
desesperado y sincero,
dejaré el aliento
el último aliento,
para decir te quiero.
Muchas Gracias.
Era un gran discurso ¿No creen?